Chucky, desde su primera aparición en la pantalla grande, se convirtió en un símbolo icónico del género de terror, redefiniendo el slasher con su singular personalidad y su implacable búsqueda de víctimas.

Después de años en la oscuridad, la franquicia resurgió con películas de bajo presupuesto como «Cult of Chucky» y «The Curse of Chucky», consolidando su estatus como una de las sagas más emblemáticas del cine de horror, con un total de siete películas que han dejado una marca indeleble en la historia del género.

El año 2021 marcó un nuevo capítulo en la historia de Chucky con el lanzamiento de una serie de televisión que trajo al muñeco diabólico a la actualidad. Esta serie, al mismo tiempo que revitalizaba la franquicia, también generaba controversia al abordar temas sensibles, incluida la sexualidad de los personajes.

Uno de los aspectos más destacados fue la representación abierta de la homosexualidad, con Chucky mostrando apoyo sin reservas hacia su hijo gay, y el personaje de Devon Evans, interpretado por Bjorgvin Arnarson, explorando su propia identidad sexual a lo largo de la serie.

Sin embargo, la serie se vio envuelta en una intensa controversia cuando, como parte de su tercera temporada, se transmitió un episodio que presentaba una escena controvertida: un beso entre Chucky y Devon. Esta escena provocó una reacción negativa entre algunos espectadores y en las redes sociales, con acusaciones de pedofilia debido a la edad del personaje de Devon en la serie.

Aunque la escena se contextualiza como un sueño del personaje de Zakary Arthur, otro protagonista homosexual de la serie, Jake Wheeler, la controversia sobre la representación de la sexualidad en un contexto ficticio desató un debate sobre la censura y los límites del contenido televisivo.

A pesar de la controversia, la serie sigue disponible para su visualización en Star+, el servicio de streaming que ofrece estrenos simultáneos con Estados Unidos y una amplia colección de películas de Chucky, junto con la serie completa, proporcionando a los espectadores la oportunidad de explorar esta nueva encarnación del infame muñeco diabólico y formarse su propia opinión sobre su controvertida representación de la sexualidad.