Cuando se lanzó en 2018, Spider-Man: Into the Spider-Verse se convirtió en un fenómeno en el mundo de la animación y los superhéroes.

No solo introdujo un nuevo enfoque de producción que otras compañías están replicando, sino que también redefinió el mito de Spider-Man y nos permitió explorar el legado de Miles Morales y la importancia del trepamuros en la cultura popular.

La secuela, titulada Across The Spider-Verse, enfrenta una enorme presión. Debe mantener la calidad de su predecesora y seguir innovando, presentando una historia aún más ambiciosa y épica.

Con seis estilos diferentes de animación y la promesa de mostrar a cientos de Spider-personas distintas, se espera que la secuela supere a la primera entrega.

Sin embargo, para los productores Phil Lord y Christopher Miller, esta película representa algo aún más significativo: un testimonio de lo que se puede lograr sin recurrir a la inteligencia artificial y cuando los estudios apoyan el arte.

En una entrevista reciente con The Hollywood Reporter, Lord y Miller reconocieron la fama y la presión que conllevó crear la primera película de Spider-Verse. «Antes, teníamos la ventaja de las bajas expectativas, como con 21 Jump Street. Pero con Into the Spider-Verse, teníamos que superar la excelencia», afirmaron.

Estos productores trabajan obsesivamente en cada detalle y revisan repetidamente las secuencias hasta que están perfectas. Su enfoque de trabajo es único en Hollywood, ya que Sony les brinda total libertad y flexibilidad en los plazos de entrega.

En una industria obsesionada con los plazos y la entrega rápida, es poco común que los equipos creativos tengan la oportunidad de revisar y perfeccionar un proyecto hasta el más mínimo detalle.

Sin embargo, según Christopher Miller, Sony se dio cuenta de que dar libertad a los artistas es beneficioso para el negocio. «En realidad, es un imperativo comercial. Si la excelencia es la marca distintiva y entregas algo inferior a eso, el público lo notará y estarás desperdiciando tu dinero», explicó.

El productor de Sony, Tom Rothman, está de acuerdo con las opiniones de Lord y Miller. Él afirma que Spider-Verse no es solo un activo, sino algo único. En su opinión, no se puede simplemente establecer una fecha de lanzamiento sin tener en cuenta la calidad del proyecto.

Destacó que trabajan con dos de los artistas más talentosos de su generación. La primera película de Spider-Verse tuvo un costo de aproximadamente 80 millones de dólares, pero recaudó más de 375 millones a nivel mundial y ganó el premio Óscar a la Mejor Película Animada.

Para la secuela, se invirtieron 90 millones (además de los gastos de distribución y marketing), y se espera que supere las cifras de su predecesora gracias a la popularidad de los personajes y las expectativas generadas por su lanzamiento.

Lord y Miller también han expresado su apoyo a la huelga de guionistas, y han abogado por que otros sindicatos respalden las demandas de los guionistas. Consideran que este paro les brinda la oportunidad de tomar un descanso y explorar otras historias