Han transcurrido más de seis años desde el surgimiento del movimiento #MeToo, pero las denuncias de agresiones sexuales contra figuras destacadas de la industria del entretenimiento persisten.

El actor de acción Vin Diesel se ha convertido en el último blanco de acusaciones de este tipo, según una demanda presentada recientemente.

En el documento legal, una mujer alega que Diesel la citó en su hotel durante el rodaje de «Rápidos y Furiosos 5», la tocó indebidamente y realizó actos sexuales frente a ella, marcando un giro sorprendente en la carrera del famoso intérprete de la década de 2000.

La denunciante, Asta Jonasson, quien trabajaba como asistente de Vin Diesel durante la filmación en 2010 en Atlanta, Estados Unidos, sostiene que después del incidente, la hermana del actor y presidenta de su productora, Samantha Vincent, la despidió injustamente.

La demanda no solo se centra en la agresión sexual, sino también busca reparaciones por discriminación de género y despido injustificado.

Aunque los representantes de Diesel aún no han emitido comentarios sobre la acusación, este evento marca la primera vez que se enfrenta a alegaciones de esta índole.

Vin Diesel, conocido por sus papeles destacados en películas de acción y por su participación en la franquicia «Rápidos y Furiosos», ha mantenido una vida personal relativamente discreta.

Casado con la modelo mexicana Paloma Jiménez desde 2007 y padre de tres hijos, Diesel ha forjado una carrera exitosa en Hollywood.

Sin embargo, esta nueva acusación pone en tela de juicio su imagen pública, especialmente considerando el contexto actual de otras revelaciones y escándalos en la industria del entretenimiento.

Con el estreno pendiente de «Rápidos y Furiosos 10» y la producción planeada de la undécima entrega, la situación podría tener un impacto significativo en la trayectoria y la percepción de Diesel en la esfera pública.