La Fiscalía española ha acusado a la cantante colombiana Shakira de cometer un presunto fraude fiscal de más de 6 millones de euros en sus declaraciones de impuestos y patrimonio del año 2018.

Se sostiene que utilizó una estructura societaria en paraísos fiscales para llevar a cabo esta evasión de impuestos. Esta acusación se deriva de una querella presentada por el Ministerio Público hace tres meses, lo que ha dado lugar a la apertura de una segunda causa penal en su contra por dos delitos fiscales en un tribunal de Esplugues de Llobregat (Barcelona).

Cabe destacar que Shakira ya está programada para ser juzgada a partir del 20 de noviembre en la Audiencia de Barcelona por un caso anterior en el que se le acusa de defraudar 14.5 millones de euros entre los años 2012 y 2014, basado en una querella de la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona. En 2018, año en el que se presentan los nuevos cargos, Shakira había establecido su residencia en España debido a su relación con el futbolista Gerard Piqué, aunque posteriormente se trasladó a Miami (Estados Unidos) con sus hijos.

La Agencia Tributaria española identificó irregularidades adicionales en la declaración de impuestos de Shakira para 2018, lo que llevó a la Fiscalía a involucrarse debido a que la cantidad estimada de evasión superaba los 120,000 euros, que marca el umbral a partir del cual un fraude fiscal se convierte en un delito. A pesar de que Shakira ya había reembolsado los 14.5 millones de euros exigidos por la Agencia Tributaria, se negó a aceptar un acuerdo propuesto por la Fiscalía para reducir su pena a cambio de reconocer los cargos.

El juicio que comenzará el 20 de noviembre en Barcelona, en el que se solicitan ocho años y dos meses de prisión y una multa de 23.8 millones de euros para Shakira, se espera que dure aproximadamente doce sesiones y cuente con la participación de alrededor de doscientos testigos. Sin embargo, aún existe la posibilidad de que se llegue a un acuerdo de última hora entre las partes involucradas para reducir la pena a cambio del reconocimiento del fraude. Shakira ha mantenido su inocencia a lo largo de todo el proceso y ha denunciado la presión mediática y reputacional que ha enfrentado.

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