Andy Morrison, hermano del icónico líder de The Doors, compartió una perspectiva íntima sobre los últimos días de Jim Morrison en París, a más de cinco décadas de su fallecimiento.

Sus declaraciones forman parte de la docuserie Before the End: Searching for Jim Morrison, que indaga en las circunstancias que rodearon la muerte del músico en 1971, a los 27 años.

“Su estilo de vida lo mató. Obviamente bebía demasiado”, afirmó Andy en el documental, refiriéndose al deterioro físico y emocional que enfrentó su hermano mayor en sus años finales.

Según explica, Jim ya no gozaba de buena salud, había ganado peso debido al alcoholismo y ocasionalmente consumía drogas. “Si no estás en buen estado y te entregas a esos excesos, no es difícil que ocurra”, añadió.

La muerte del legendario cantante, registrada oficialmente como un ataque cardíaco, ha sido objeto de especulación durante décadas.

Su pareja, Pamela Courson, declaró a las autoridades que encontró el cuerpo de Jim en la bañera de su apartamento parisino tras una noche de cine.

Marianne Faithfull, pareja del traficante Jean de Breteuil, afirmó que este último suministró las drogas que provocaron su muerte.

Sin embargo, la ausencia de una autopsia alimentó teorías conspirativas, incluidas las que sugieren que Morrison fingió su muerte, una especulación que coincide con declaraciones que hizo en vida sobre desaparecer para aumentar su notoriedad.

En el documental, Andy Morrison describe la decisión de su hermano de mudarse a París como un intento de escapar de la presión de la fama y centrarse en su poesía.

“Creo que quería retomar una escritura seria. Tal vez ya había superado lo de The Doors. No estaba completamente fuera, pero necesitaba un respiro”, señaló.

El artista enfrentaba un período turbulento antes de su partida. En 1969, fue condenado por comportamiento indecente tras un concierto en Miami, lo que resultó en una sentencia de seis meses de prisión.

Aunque apeló la decisión, esta situación legal, sumada a su creciente aversión por la vida pública, motivaron su traslado a Europa.

En diciembre de 1970, Morrison dio su último concierto con The Doors. Durante dicha presentación en vivo en Nueva Orleans, olvidó las letras de sus canciones y abandonó el escenario, lo que, sin duda, fue un punto de quiebre en la relación con su banda.

Poco después, emprendió el viaje a París, donde pasó sus últimos meses escribiendo y buscando anonimato.

Su compañero, Robby Krieger, recordó que Jim buscaba escapar de la fama en la “Ciudad de la Luz”, pero su naturaleza impulsiva no lo dejó apartarse de los escenarios improvisados.

Anne Morrison, hermana del artista y también albacea de su patrimonio, compartió que el talento de Jim era evidente desde joven.

“Era un lector voraz y un bromista desde pequeño. Siempre temí por él debido al alcohol y las drogas, pero sabía que no podía cambiar eso”, dijo en entrevistas previas.

En 2021, Anne y Andy Morrison publicaron The Collected Works of Jim Morrison, una recopilación de escritos, fotos y notas que revelan la profundidad creativa del músico.

La vida de Jim Morrison estuvo marcada por un carisma inigualable y un camino lleno de excesos. Como líder de The Doors, se convirtió en un ícono cultural con canciones como “Light My Fire” y “Break on Through (To the Other Side)”.

Su magnético sex appeal y espíritu rebelde definieron su imagen, pero también lo llevaron a múltiples enfrentamientos con la ley y luchas internas.

“Me veo como un enorme cometa ardiente, una estrella fugaz. Todos se detienen, señalan hacia arriba y gritan, ‘¡Oh, mira eso!’ Entonces… ¡zas!, me voy… y nunca volverán a ver nada parecido… y no podrán olvidarme… nunca”, expresó el cantante en una ocasión.