La diva del Bronx, Jennifer Lopez, se encuentra en medio de una nueva tormenta legal. Esta vez, no se trata de un drama amoroso ni de un desacuerdo profesional, sino de una demanda por infracción de derechos de autor que la señala directamente por compartir fotografías de sí misma en sus redes sociales.

El pasado 5 de enero, tras la glamurosa fiesta organizada por 'Amazon MGM Studios' y 'Vanity Fair' después de los Globos de Oro, varios fotógrafos capturaron la llegada de JLo al Chateau Marmont. Entre ellos se encontraba Edwin Blanco, trabajando para la reconocida agencia Backgrid USA. En las instantáneas, la estrella deslumbraba con un elegante vestido blanco de Silvia Tcherassi y un sofisticado abrigo de piel sintética.

Entusiasmada por su look, Jennifer Lopez no dudó en compartir algunas de estas imágenes en sus perfiles de Instagram y X (antes Twitter), acompañándolas con el texto "GG Weekend Glamour". Estas publicaciones, como era de esperarse, generaron una oleada de interacciones y fueron replicadas en diversas plataformas y por sus millones de seguidores.

Sin embargo, lo que parecía una simple muestra de glamour en redes sociales se ha convertido en un dolor de cabeza legal para la intérprete de "On The Floor". Cuatro meses después del evento, tanto Edwin Blanco como la agencia Backgrid USA han interpuesto demandas por separado, reclamando ser los legítimos titulares de los derechos de autor de dichas fotografías.

GG Weekend Glamour ✨🤍 pic.twitter.com/Dgn819kOgf

— jlo (@JLo) January 5, 2025

La acusación principal radica en que Jennifer Lopez no obtuvo la autorización necesaria para publicar estas imágenes. Las demandas exigen una compensación que podría ascender hasta los 150,000 dólares por cada fotografía utilizada, argumentando que la difusión por parte de la artista tuvo fines comerciales, constituyendo una clara violación de las leyes de derechos de autor en Estados Unidos.

Sorprendentemente, esta no es la primera vez que Jennifer Lopez se ve envuelta en una situación similar con el mismo fotógrafo y la misma agencia. En 2019, Blanco y Backgrid USA ya habían iniciado acciones legales contra la cantante, cargos que finalmente fueron retirados por voluntad propia en 2020 tras un acuerdo económico del que no se revelaron detalles.

No obstante, los documentos de la nueva demanda revelan un antecedente crucial: se había advertido explícitamente al equipo de Jennifer Lopez sobre la necesidad de cumplir con ciertos términos relacionados con el uso de imágenes protegidas por derechos de autor.

La demanda actual es contundente al señalar que, a pesar de esta advertencia previa, Lopez ha persistido en compartir este tipo de fotografías sin la debida autorización, lo que para Backgrid USA representa una "desconsideración intencional" hacia el trabajo de los creadores de contenido y un patrón de conducta que socava sus derechos.

Hasta el momento, ni Jennifer Lopez ni sus representantes han emitido declaraciones públicas en respuesta a estas acusaciones. Medios internacionales como la BBC y The Independent han intentado obtener una reacción, sin éxito hasta el momento.