John Waters, el cineasta controvertido conocido por sus películas como Pink Flamingos y Hairspray, incluyó Joker: Folie à Deux en su lista de las mejores películas de 2024. En su publicación anual en Vulture, Waters no solo aplaudió la cinta protagonizada por Joaquin Phoenix y Lady Gaga, sino que también criticó a los críticos que la calificaron negativamente, describiéndolos como «estúpidos».

Aunque la película tuvo un desempeño comercial flojo y generó opiniones divididas, Waters defendió su originalidad, comparándola con un espectáculo visual impresionante.

En su ranking, Joker: Folie à Deux ocupa el sexto puesto, detrás de otras producciones notables como Amor, Mentiras y Sangre y The Brutalist. Waters destacó que la película presentaba una historia de amor única, “insana” y bien ejecutada. Se mostró especialmente entusiasta con la interpretación de Lady Gaga como Harleen Quinzel, a quien considera excepcional. Además, elogió la dirección de Todd Phillips, calificándola de arriesgada al combinar el musical con el drama psicológico.

La película también fue defendida por otros cineastas como Quentin Tarantino, quien destacó la interpretación de Joaquin Phoenix y comentó que fue una de las mejores que había visto en su vida. En una entrevista, Tarantino expresó que Phillips dirigió la película “como lo haría el propio Joker”, con una actitud caótica que desafiaba las expectativas convencionales de Hollywood.

Tarantino también habló de la naturaleza subversiva de la película, describiéndola como un desafío a los fanáticos de los cómics, a Hollywood y a los ejecutivos de DC y Warner Bros. Sin embargo, la película recibió críticas mixtas por su estilo experimental y su tono distante, lo que contribuyó a una recepción negativa en ciertos sectores.

A pesar del apoyo de Waters y Tarantino, Joker: Folie à Deux fue criticada por su falta de cohesión en la trama y su tono sombrío. La audiencia también le otorgó una baja calificación en CinemaScore, un “D”, que refleja una respuesta mayormente negativa.

Algunos críticos, como David Ehrlich de IndieWire, consideraron que la película era deliberadamente alienante, describiéndola como una «sinfonía turgente de cameos inesperados y violencia implícita». Otros, como Luke Goodsell de ABC News, opinaban que la película era «deliberadamente obtusa». También se mencionó que la película, al mostrar al Joker renunciando a su identidad antes de un trágico final, reflejaba una crítica a los fanáticos que idealizaron al personaje en la primera entrega.

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