La batalla legal que enfrenta el magnate de la música Sean ‘Diddy’ Combs tomó un giro significativo, cuando un juez federal rechazó la solicitud de su defensa para declarar la nulidad del juicio por tráfico sexual que se sigue en su contra.

La petición de los abogados del rapero surgió tras alegar que la fiscalía intentó insinuar al jurado una posible interferencia de Combs en la investigación del incendio del Porsche del también rapero Kid Cudi en 2012.

Si bien las solicitudes de nulidad de juicio son un recurso común en procesos federales extensos, caracterizados por la presentación de abundante evidencia y el testimonio de múltiples testigos, esta fue la primera de su tipo en el juicio contra Combs, que actualmente transita su tercera semana de presentación de testimonios en los tribunales de Manhattan.

El juicio al microscopio: ¿Cómo avanza el caso contra Diddy?

A pesar de la gravedad de las acusaciones, Sean ‘Diddy’ Combs, de 55 años, se ha mostrado activamente involucrado en su defensa. Fuentes cercanas al proceso señalan que el magnate escribe notas con regularidad a sus abogados, quienes a su vez lo consultan durante los interrogatorios a los testigos.

En un intento por mantener el foco del jurado en los cargos principales, el juez Arun Subramanian ordenó explícitamente que se desestimara el testimonio relacionado con la destrucción de las tarjetas de huellas dactilares, un hecho que ocurrió meses después del incendio del vehículo de Kid Cudi.

La conexión entre ambos casos radica en la tensa relación que existía entre Combs y Kid Cudi semanas antes del ataque incendiario. Al parecer, Combs se enfureció al enterarse de que el rapero estaba saliendo con Cassie, la cantante con quien el magnate mantuvo una relación de casi once años, desde 2007 hasta 2018.

La crudeza de los detalles del incendio también salió a la luz en el tribunal. Según el testimonio de Lance Jimenez, investigador de incendios del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, el cóctel Molotov utilizado para incendiar el automóvil de Cudi en la entrada de su residencia en Hollywood Hills fue fabricado con una botella de licor de malta Old English 800 de 40 onzas y un pañuelo de diseñador. Estas evidencias fueron reforzadas con fotografías presentadas ante el jurado.

La solicitud de nulidad del juicio por parte de la defensa se produjo justo después del testimonio de Jimenez, quien reveló que las huellas dactilares tomadas del Porsche 911 quemado de Cudi fueron destruidas en agosto de 2012, aproximadamente ocho meses después del incidente. El investigador añadió que un miembro del Departamento de Policía de Los Ángeles, ajeno a la investigación del incendio, fue quien ordenó la destrucción de las tarjetas dactiloscópicas, lo cual, según su testimonio, no se considera un protocolo estándar.

«Inocente» ante la ley, pero señalado por testimonios escalofriantes

Sean ‘Diddy’ Combs ha mantenido consistentemente su inocencia ante las acusaciones de liderar una conspiración de crimen organizado durante dos décadas, una red que, según la fiscalía, se basaba en el miedo y la violencia para lograr sus objetivos.

De ser declarado culpable, el magnate podría enfrentarse a una pena que oscila entre los 15 años de prisión y la cadena perpetua. Testimonios impactantes, como el de Cassie y otros, han detallado presuntos abusos repetidos por parte del acusado, incluyendo acusaciones de coerción para participar en actos sexuales no deseados.

Durante un receso matutino, con el jurado fuera de la sala, la abogada defensora Alexandra Shapiro presentó formalmente la solicitud de nulidad del juicio. Argumentó ante el juez Subramanian que había ocurrido una «mala conducta procesal» y que «no hay forma de revertir esto».

Shapiro también alegó que, durante la selección del jurado, se advirtió a los fiscales sobre la exclusión de ciertos posibles miembros debido a la creencia de que Combs podría tener los recursos para «comprar» su salida de la acusación de conspiración de crimen organizado. «Estas preguntas estaban diseñadas para encajar perfectamente en eso», afirmó la abogada.

Por su parte, el también abogado defensor Marc Agnifilo calificó la conducta de la fiscalía como «indignante». Ambos letrados coincidieron en que las preguntas de la fiscalía y el testimonio de Jimenez resultaron altamente perjudiciales, ya que, a su juicio, insinuaron que Combs estuvo involucrado en la destrucción de los registros de huellas dactilares.

La respuesta de la fiscalía no se hizo esperar. La fiscal federal adjunta Christy Slavik calificó la solicitud de «absolutamente injustificada». Argumentó que el tema de las huellas dactiloscópicas se introdujo para contrarrestar las insinuaciones de la defensa, quienes, a través de sus preguntas a otros testigos, sugirieron que el ataque incendiario al automóvil fue investigado de manera deficiente y que el área no se examinó adecuadamente en busca de huellas dactilares.