El espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIX, liderado por Kendrick Lamar, rompió el récord de audiencia, alcanzando los 133.5 millones de espectadores. Este logro superó al histórico show de Michael Jackson en 1993, que tenía 133.4 millones.

Lamar interpretó varios de sus éxitos, como «Humble», «DNA», y «All the Stars», esta última junto a SZA. Uno de los momentos más comentados fue su interpretación de “Not Like Us”, que desató controversia por las referencias a Drake. Además, el evento contó con la participación del actor Samuel L. Jackson como maestro de ceremonias y una aparición sorpresiva de Serena Williams, que generó gran revuelo en las redes.

La producción del espectáculo estuvo a cargo de la empresa PGLang, de Lamar, y la dirección fue de Hamish Hamilton. El patrocinio estuvo a cargo de la NFL y Apple Music, con un costo total de más de 10 millones de dólares. Aunque Lamar no recibió una compensación directa, la exposición global seguramente resultará en un aumento en ventas y reproducciones de su música.

Con este show, Lamar consolidó aún más su estatus como uno de los artistas más influyentes del momento. Su año estuvo marcado por el éxito y la controversia, especialmente por su canción “Not Like Us”, que generó un conflicto con Drake. La letra de la canción causó revuelo, ya que sugirió que Drake tenía gustos cuestionables, lo que llevó al canadiense a presentar una demanda legal contra Universal Music Group, acusando de difamación.

Aunque Lamar no cantó las líneas más controversiales durante su actuación, el hecho de interpretar “Not Like Us” podría desencadenar consecuencias legales, ya que la canción estaba en el ojo del huracán. Sin embargo, la participación de Lamar en el Super Bowl fue un éxito rotundo, dejando una marca indeleble en la historia de los espectáculos del evento deportivo.