La aclamada película «Oppenheimer» debutó en las salas de cine de Estados Unidos y otros territorios en julio, coincidiendo con el lanzamiento de «Barbie», generando un fenómeno viral conocido como «Barbenheimer».

Sin embargo, a pesar de que la película de la icónica muñeca llegó a las pantallas japonesas en agosto, «Oppenheimer» se mantuvo ausente de los cines japoneses durante varios meses, sin ofrecer una explicación oficial para su retraso.

Esta omisión alimentó especulaciones sobre la posibilidad de que la cinta, que aborda la historia del físico detrás de la bomba atómica,

Robert Oppenheimer, fuera considerada demasiado controversial para ser proyectada en Japón, país que sufrió las devastadoras consecuencias de las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki en 1945.

Las cifras de víctimas ascienden a 140.000 y 74.000 personas respectivamente, en estos trágicos eventos ocurridos al final de la Segunda Guerra Mundial.

A pesar del retraso en su estreno, «Oppenheimer» finalmente se proyectó en un importante cine de Tokio. Aunque la película ha recibido elogios y múltiples premios, incluidos siete Óscar, su éxito ha generado opiniones divididas, especialmente en Hiroshima.

Kyoko Heya, presidenta del festival de cine internacional de la ciudad, señaló que la película podría considerarse «demasiado américo-céntrica» y se cuestionó si sería adecuada para la sensibilidad de la población local, teniendo en cuenta el pasado traumático de la ciudad.Por otro lado, Takashi Hiraoka, exalcalde de Hiroshima y superviviente de la bomba, criticó la falta de representación del horror causado por las armas atómicas en la película. Sin embargo,

Masao Tomonaga, otro superviviente de 80 años que asistió a un preestreno en Nagasaki, encontró impactantes las reflexiones de Oppenheimer sobre la realidad del bombardeo atómico.

Aunque sintió que faltaban imágenes de los supervivientes, valoró las frases del físico como un testimonio suficiente de la conmoción ante las devastadoras consecuencias de los ataques nucleares.