La reconocida supermodelo británica, Naomi Campbell, se encuentra nuevamente en medio de la polémica luego de que se revelará que la organización benéfica para combatir la pobreza que fundó hace casi veinte años, Fashion for Relief, estaba siendo «mal gestionada» con una «gestión «financiera inadecuada». Tras una extensa investigación de tres años sobre las actividades financieras de la organización, la Comisión de Caridad de Inglaterra y Gales descubrió que se habían producido «múltiples casos de mala conducta y/o mala gestión».

Uno de los hallazgos más impactantes fue que tan solo el 8,5% del gasto total de Fashion for Relief se destinó a subvenciones benéficas durante un período de seis años desde 2016. Entre las irregularidades detectadas, se encontraron evidencias de que millas de libras esterlinas de fondos de caridad habían sido utilizados para cubrir una lujosa estadía de Naomi Campbell en un hotel en Cannes, Francia. Además, se reveló que la fideicomisaria Bianka Hellmich había recibido alrededor de 290.000 libras esterlinas (385.000 dólares) en fondos no autorizados por servicios de consultoría, lo que violaba los estatutos de la organización.

Medidas drásticas para los fideicomisarios

La Comisión de Caridad ha tomado medidas drásticas con respecto a los fideicomisarios involucrados en estas prácticas irregulares. Hellmich fue inhabilitada como síndica durante nueve años, mientras que la otra fideicomisaria, Veronica Chou, recibió una inhabilitación de cuatro años. Tim Hopkins, subdirector de investigaciones especializadas y estándares, expresó que los fideicomisarios tenían la responsabilidad legal de actuar en el mejor interés de la organización benéfica, algo que, según la investigación, no ocurrió en este caso.

El destino final de Fashion for Relief también ha sido objeto de controversia, ya que la organización benéfica fue disuelta y eliminada del registro de organizaciones benéficas a principios de este año. A pesar de haber recaudado más de 15 millones de dólares para causas benéficas en todo el mundo a lo largo de los años, la Comisión de Caridad decidió intervenir tras las irregularidades descubiertas en su gestión financiera. Aunque los fondos recuperados se han utilizado para hacer donaciones a otras organizaciones benéficas y para salir pasivos pendientes, el legado de Fashion for Relief ha quedado manchado por este escándalo.

La organización, creada con la noble intención de unir a la industria de la moda para combatir la pobreza y promover la salud y la educación, ha terminado siendo protagonista de un triste capítulo de mala gestión y desviación de fondos. Hasta el momento, el equipo de Naomi Campbell no ha emitido comentarios al respecto, dejando abierta la incógnita sobre sus futuras acciones en el ámbito de las organizaciones benéficas. La supermodelo, conocida por su activismo social y su trabajo en causas humanitarias, deberá afrontar las consecuencias de este escándalo que ha puesto en entredicho su compromiso con la caridad y el bienestar de los más necesitados.

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