A unas semanas de su debut, One Piece, con un 90% de aprobación, continúa siendo uno de los títulos más destacados en el catálogo de Netflix, consolidándose oficialmente como la adaptación de un manga más exitosa creada en Hollywood hasta la fecha.

A pesar de las altas expectativas y la preocupación de los fans más acérrimos, la serie ha logrado no solo complacer a los conocedores de la obra original sino también introducir esta historia a nuevos espectadores que quizás no se habrían aventurado en el extenso mundo del anime.

Lo que todos esperaban se ha confirmado: Netflix ha anunciado una segunda temporada, allanando el camino para la realización de al menos seis temporadas completas.

«One Piece» representa uno de los proyectos más audaces de Netflix. Eiichiro Oda, el creador del manga original, ya había cimentado su estatus como uno de los mangakas más influyentes en el medio gracias a la obra, aunque fue la animación lo que realmente catapultó su fama a nivel mundial.

Por ello, sorprendió a muchos cuando se anunció que Netflix había adquirido los derechos para desarrollar una serie live action basada en esta icónica historia.

Dado que las adaptaciones de manga a Hollywood suelen generar escepticismo, esta alianza con la plataforma de streaming se percibía como un riesgo aún mayor, sobre todo considerando que Netflix no tenía un historial sobresaliente en este tipo de proyectos.

Aunque la elección de producir una serie en lugar de una película se vio como una señal positiva por parte de algunos fanáticos, persistían las dudas acerca de cómo se abordaría adecuadamente el material original, dada su complejidad y extensión.