El MCU sigue buscando su nueva identidad tras la era de los Avengers, y Thunderbolts parece no ser el golpe de timón que prometía. Aunque su debut en Rotten Tomatoes no es un desastre, deja más preguntas que respuestas sobre el futuro de Marvel Studios.

¿Un 88% que sabe a poco?

En el papel, Thunderbolts lo tenía todo para ser un resurgimiento de Marvel Studios. Un elenco atractivo, un tono supuestamente más maduro, e incluso una intención declarada de romper con el molde tradicional de las cintas del MCU. Sin embargo, los primeros resultados no están a la altura de la expectativa generada: con un 88% en Rotten Tomatoes, la película queda en un limbo extraño entre el aprobado y la decepción.

Aunque para muchas franquicias un 88% sería motivo de celebración, en el competitivo mundo del universo cinematográfico de Marvel, ese número parece insuficiente. Comparada con Black Panther (96%), Avengers: Endgame (94%) o Iron Man (94%), Thunderbolts palidece tanto en crítica como en impacto cultural.

¿Qué está pasando con Marvel?

Thunderbolts llega en un momento particularmente complejo para el MCU. Tras los titubeos de Quantumania y la recepción dispar de Brave New World, los fans esperaban que esta nueva película marcara una evolución creativa. Marvel incluso apostó por un enfoque diferente, trayendo a directores y guionistas con experiencia en cine independiente, una jugada que recordaba a los tiempos en que Guardianes de la Galaxia o Thor: Ragnarok sorprendieron con estilos únicos. Pero algo no termina de cuajar.

Según Linda Marric, de HeyUGuys, Thunderbolts es “una vuelta caótica y desigual a lo mejor del MCU”, aunque resalta que cuando se arriesga, “Marvel aún puede sorprender”. En contraste, Kristen Lopez, de The Film Maven, es más optimista y considera que es “la mejor entrega de Marvel en mucho tiempo”, reconociendo sus defectos pero destacando su solidez general.

Estas opiniones dividen a la crítica y al público por igual. El consenso parece inclinarse hacia una sensación de ocasión perdida, una película que pudo ser revolucionaria, pero terminó siendo apenas funcional.

El futuro del MCU en la cuerda floja

El verdadero problema con Thunderbolts no es su calidad, sino el momento en el que llega. Marvel atraviesa una etapa de transición difícil, donde la audiencia ya no responde con entusiasmo automático a cada nuevo lanzamiento. La sobreoferta de contenido, combinada con tramas desconectadas y una narrativa general cada vez más difusa, ha provocado fatiga en el espectador promedio.

Y si Thunderbolts, con toda su ambición, no logra sacudir el tablero, ¿qué puede hacerlo?

Las expectativas ahora se trasladan a Los 4 Fantásticos, la próxima gran apuesta del estudio. Pero la presión es enorme: Marvel ya no puede permitirse más entregas “buenas pero no memorables”. El público exige algo más que conectores entre películas; quiere emoción, riesgo, y una identidad clara. Algo que Thunderbolts solo insinúa, sin llegar a cumplir del todo.