Microsoft ha admitido que su división de videojuegos Xbox ha perdido la guerra de consolas frente a sus principales competidores, Sony y Nintendo. Así lo ha declarado la compañía ante la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), que investiga la adquisición propuesta por Microsoft de Activision Blizzard, el gigante de los juegos como Call of Duty, Overwatch y World of Warcraft.

Según Microsoft, Sony es el líder indiscutible del mercado de consolas, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. La compañía afirma que Xbox se ha mantenido en el tercer puesto (de tres) por detrás de PlayStation y Nintendo durante las últimas dos décadas y cinco generaciones de consolas.

Microsoft también asegura que Nintendo tiene una posición dominante en el segmento de las consolas portátiles, con su exitosa Switch y sus antecesoras DS y 3DS. La compañía reconoce que Xbox no ha podido competir con la innovación y el catálogo de juegos exclusivos de sus rivales.

El motivo de esta confesión es tratar de convencer a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos FTC de que la compra de Activision Blizzard por US$ 69 mil millones no supondrá un riesgo para la competencia ni para los consumidores. Microsoft argumenta que la adquisición le permitirá ofrecer más opciones y mejor calidad a los jugadores, y que se compromete a mantener los juegos de Activision disponibles en todas las plataformas.

La FTC no parece estar convencida por los argumentos de Microsoft.

El pasado jueves, presentó una demanda para bloquear la operación, alegando que podría dar a Microsoft los “medios y motivos para dañar la competencia” degradando la calidad de los juegos de Activision, cambiando su precio o reteniendo el contenido de los competidores.

La demanda supone un duro golpe para las aspiraciones de Microsoft, que pretendía cerrar la mayor adquisición de su historia este año. La compañía confiaba en que la compra de Activision le daría una ventaja competitiva frente a Sony y Nintendo, al incorporar a su catálogo algunas de las franquicias más populares y rentables del mundo.

La guerra de consolas entre Microsoft y Sony comenzó en 2001, con el lanzamiento de la primera Xbox. Desde entonces, ambas compañías se han disputado el liderazgo del mercado con sus sucesivas generaciones de consolas: Xbox 360, Xbox One y Xbox Series X/S por parte de Microsoft; PlayStation 2, PlayStation 3, PlayStation 4 y PlayStation 5 por parte de Sony.

Nintendo, por su parte, ha seguido una estrategia diferente, apostando por la innovación y la diversificación. La compañía japonesa ha creado consolas como Wii, Wii U, Switch y Switch Lite, que combinan diferentes formas de jugar: con sensores de movimiento, con pantallas táctiles, con modo portátil o con modo sobremesa.

La guerra de consolas ha generado una gran rivalidad entre los fans de cada marca, que suelen defender a capa y espada sus preferencias. Sin embargo, también ha impulsado a las compañías a mejorar sus productos y servicios, ofreciendo más calidad, variedad y opciones a los jugadores.

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