Cuando el ambiente se siente tenso, las discusiones familiares, sin aparente razón, son más frecuentes y estás en un constante estado de cansancio son señales de que el hogar está cargado con malas energías.

La negatividad puede tener su origen en nosotros mismos, si atravesamos por un mal momento, o ser transmitida por personas ajenas que nos tienen envidia y, en casos más extremos, desean hacernos daño. En este último punto es común que acudan con un chamán para que nos practiquen un trabajo de brujería.

Muchas veces no nos percatamos que somos víctimas de un hechizo, por lo que los esotéricos recomiendan limpiar energéticamente la casa cada que sentimos malestares como los anteriormente descritos.

Para ello se sugiere realizar un ritual que rompa con cualquier embrujo o maldición como el que reseñamos a continuación.

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¿Qué necesitas?

• 3 velas blancas
• Sal gruesa
• Imagen o estampa del ser divino de tu devoción
• Un ajo
• Tijeras

Procedimiento
Comienza por colocar agua en un recipiente y mezcla tres puños de sal gruesa; remueve hasta que se disuelva y haga uniforme. Pon las tijeras en forma de cruz hasta el fondo y luego coloca el recipiente encima de la imagen o estampa del ser divino que hayas escogido.

Encierra el recipiente en un triángulo hecho con las velas blancas y prende con un fósforo la que está al frente tuyo, luego la derecha y al final la que está a tu izquierda.

Deja que se consuman en su totalidad y mientras lo hacen reza 7 veces una oración, puede ser un Padre Nuestro o la que más te llene de paz. Cuando las velas se apaguen, retira los restos y deja reposar el recipiente por 24 horas.

Al día siguiente, riega todos los rincones de tu casa con el agua del recipiente como su estuvieras bautizándola.

De esta manera, el hogar se limpiará de cualquier trabajo de brujería y lo mantendrá protegido de las malas energías.

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