La cama es considerada el mobiliario más importante en términos energéticos dentro del hogar, ya que es el lugar donde descansamos y nos conectamos con el mundo de los sueños.

Debido a que absorbe diversas vibraciones del ambiente, es vital limpiarla de energías negativas para garantizar un descanso adecuado y una conexión óptima con nuestro subconsciente.

Existen señales que indican que la cama necesita una limpieza energética.

Por ejemplo, si escuchamos sonidos extraños al acostarnos, como rechinidos provenientes de los resortes, el colchón o una mala colocación de la cabecera, esto puede ser producto de una carga energética negativa.

Otra técnica es utilizar sal gruesa, colocándola en un recipiente de vidrio transparente debajo de la cama, a la altura de la cabeza.

Si la sal se vuelve oscura después de un día, es un indicio de que la cama requiere una limpieza energética urgente.

Además, despertar con dolores en el cuerpo, como la espalda o el cuello, sin una causa aparente, podría ser un síntoma de que las malas energías de la cama están afectando nuestro descanso y recuperación de energías.

Si se detecta que la cama necesita una limpieza energética, se pueden considerar algunas opciones.

Una de ellas es colocar una cabecera, si no se tiene una, ya que según el Feng Shui brinda estabilidad y seguridad a la cama.

Es recomendable apoyarla en la pared y que apunte hacia el este o norte.

Otra alternativa es exprimir un limón sobre un plato y colocarlo debajo de la cama para potenciar las energías positivas durante el sueño.

El jugo de limón actúa como un repelente de energías negativas y favorece un sueño profundo.

También se puede utilizar agua y carbón, dejando unas piedritas junto a un vaso de agua debajo de la cama durante la noche para que absorban la negatividad.

Al día siguiente, se debe desechar el agua sin que entre en contacto con nuestra piel o cuerpo.

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