¿Conoces los saquitos mágicos?
Los saquitos mágicos o de conjuro son bolsitas muy pequeñas que se usan como amuleto y deben ser llevadas encima en todo momento hasta lograr un objetivo determinado.
Para hacer un saquito mágico necesitarás una pequeña bolsa o un trocito de tela con una cuerda para atarlo (la tela puede tener forma cuadrada o redonda).
Lo ideal es que el color de la bolsa se corresponda con la intención del hechizo (verde para el dinero, rojo para el amor, etc.).
No hagas el saquito demasiado grande, porque lo tendrás que llevar siempre contigo, oculto entre tu ropa.
En tiendas esotéricas y ferias puedes comprar amuletos o bolsitas de la suerte ya rellenadas, pero será mucho mejor si haces una tú misma, para tu situación específica.
Para ello empieza, como siempre, por decidir cuál es tu meta, y busca un objeto pequeño que la represente. Por ejemplo, si deseas cambiar de casa, puedes poner una llave pequeña dentro del saquito, o un trocito de ladrillo.
Decide qué hierbas o cristales podrían ser útiles. No necesitas meter dentro muchos objetos: mejor pocos, pero todos elegidos a conciencia y con un propósito concreto.
Elige un número impar de elementos (3 o 5 funciona bien), o decide el número de objetos usando la Numerología.
Ejemplos de cosas que puedes usar en tus amuletos:
- Canela o monedas para el dinero,
- Pétalos de rosa secos para el amor,
- Romero para la protección.
Una vez que hayas llenado la bolsita, ciérrala con un cordel y colócatela alrededor del cuello (de manera que quede oculta bajo la camiseta) o escóndela entre tu ropa (en un bolsillo interior, el tirante del sujetador, o cualquier otro lugar invisible pero práctico).
Tendrás que llevar tu amuleto de manera que nadie pueda verlo, y no debes mostrárselo a nadie.
Si otra persona lo descubre podría dejar de funcionar (se dice que estos saquitos son bastante tímidos).
Además, hay quien los trata como si fueran un organismo vivo, y se cree que es necesario alimentarlos de vez en cuando.
Para dar de comer a un saquito mágico hay que ir agregando cantidades minúsculas de hierbas pequeñas o diminutas baratijas cada uno o dos días.
Recuerda dejar un poco de espacio vacío en tu bolsita para que te quepa el material extra que irás añadiendo a lo largo de los días.
Una vez que la bolsita mágica haya cumplido su propósito, puedes enterrarla y despedirte de ella formalmente.
Nunca la tires a la basura, porque eso podría ser considerado una grave falta de respeto.
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