Muchos de nosotros lidiamos con la ansiedad a diario. E incluso para los espirituales, a veces nos perdemos en la neblina y olvidamos que podemos recurrir a nuestra práctica espiritual en busca de alivio. Los cristales son una forma de aliviar la ansiedad.

1. Cuarzo rosa: cristal calmante para la ansiedad y el amor propio

Un cristal que todo el mundo debería tener a mano es el cuarzo rosa. Cuarzo con un color rosa claro a más oscuro, el cuarzo rosa tiene un ambiente relajante y calmante. Durante un ataque de pánico, este cristal ayudará a calmar sus nervios mientras exuda vibraciones amorosas. Llévelo en su bolsillo, bolso o úselo a diario.

2. Malaquita: piedra de transformación

La malaquita es una piedra de transformación. Ayuda a despejar la energía negativa y los malos hábitos mientras nos ayuda a concentrarnos en lo positivo. Puede superar la ansiedad cuando identifica la raíz del problema. La malaquita nos ayuda con este aspecto profundo de la curación.

3. Turmalina negra: absorbente de energía negativa

La ansiedad proviene de un lugar de miedo: miedo a lo desconocido. Y el miedo es energía negativa. Además, la turmalina negra es un cristal que alivia la ansiedad y los ataques de pánico al absorber la energía negativa en el aura y el entorno. Guardo una pieza en mi mesita de noche para agarrar después de las pesadillas Y una pieza junto a mi computadora.

4. Ágata de encaje azul: cristal pacífico que alivia la ansiedad

Cualquier piedra azul claro suele tener un ambiente relajante. El ágata de encaje azul no es una excepción a la regla. Cuando sostengo el ágata de encaje azul, siento una inmediata sensación de paz. Si sus emociones son altas y su cabeza se siente caótica, ¡sostenga un trozo de ágata de encaje azul tanto como sea posible!

5. Piedra lunar: Cristal curativo lunar

La piedra lunar está conectada a la luna misma, por lo que lleva vibraciones lunares curativas. La luna gobierna las emociones, y cuando estamos ansiosos, nuestras emociones necesitan equilibrio. Moonstone aporta estabilidad y calma. Es un gran cristal para la ansiedad y los ataques de pánico en toda regla.

6. Ámbar: cristal antiguo para ataques de ansiedad y pánico

El ámbar se considera en la familia de las piedras; sin embargo, en realidad es una resina fosilizada de árboles prehistóricos. Sus vibraciones son excelentes para relajarse y calmar los nervios. Extrae el dolor y la negatividad del cuerpo, la mente y el alma, lo que lo convierte en un cristal perfecto para la ansiedad y los ataques de pánico.

7. Cuarzo ahumado: Fear Lifter

El cuarzo ahumado quita el miedo y despeja los patrones de pensamiento negativos. El cuarzo es una piedra de clarificación, y el cuarzo ahumado en particular nos ayuda a identificar nuestros problemas para que podamos trabajar para resolverlos. También se sabe que elimina la depresión.

8. Granate: Piedra del amor

El granate está vinculado al chakra del corazón, ya que es una piedra de amor y pasión. Un cristal que es maravilloso para la ansiedad, el granate nos ayuda a trabajar a través de la ira hacia nosotros mismos. A menudo, esta ira resulta en ansiedad. Use granate para permitir más amor en su vida, incluido el amor propio.

9. Amazonita: Cristal de equilibrio de chakras

Una bonita piedra verde, la amazonita está ligada al chakra del corazón. Es la piedra perfecta para equilibrar los chakras y eliminar la energía negativa del aura. Colóquelo alrededor de la bañera cuando tome un baño relajante para calmar la ansiedad y calmar los nervios.

10. Jade: amor propio y alivio de la ansiedad

El jade es una piedra antigua con poderes curativos y protectores. Cuando se usa en el cuerpo, el jade actúa para aliviar la ansiedad, equilibrar las emociones (particularmente durante un ataque de pánico), promover el amor y la serenidad. Coloque alrededor de una vela verde o rosada en los rituales de amor propio para promover la aceptación de uno mismo.

11. Peridoto: la piedra de la alegría

¿Sientes un patrón con las piedras verdes? El peridoto es un cristal de color verde claro para la ansiedad y los ataques de pánico. Trae alegría y crecimiento dentro del corazón y la mente. El peridoto nos ayuda a superar los bloqueos personales, incluida la ansiedad cíclica y la inestabilidad emocional.

12. Obsidiana: Puesta a tierra, Piedra del chakra raíz

Uno de nuestros cristales favoritos de todos los tiempos es la obsidiana. Particularmente la obsidiana negra es beneficiosa para la ansiedad y los ataques de pánico. ¿Por qué? La ansiedad es una emoción que nos mete a todos en la cabeza, en nuestros chakras superiores, volviéndonos frívolos. Para conectarnos a nosotros mismos, necesitamos adentrarnos en nuestros chakras raíz. La obsidiana nos ayuda a alinear nuestro chakra raíz y asentar toda esa energía extravagante que viene con la ansiedad.

13. Citrino: el cristal del sol

Casi siempre he tenido un trozo de citrino. El citrino es amarillo y está vinculado a la energía vibrante del sol y a nuestro chakra del plexo solar. La ansiedad puede provenir de un lugar de baja autoestima o falta de confianza en uno mismo. El citrino ayuda a aumentar nuestra confianza en nosotros mismos y nos conecta con una explosión de energía solar positiva.

14. Labradorita: levantador consciente

¿Quiere un cristal que eleve la conciencia y, al mismo tiempo, alivie la ansiedad y limpie la energía negativa? ¡Entonces quieres labradorita! Cuando estamos ansiosos, estamos envueltos en la ilusión del miedo. ¿Qué va a pasar si? ¿Qué dirá? ¿Qué pensará ella? ¿Pero que si? La labradorita rompe la ilusión del futuro y nos recuerda que debemos vivir en el presente, aliviando la ansiedad.

15. Aventurina azul: di tu verdad

La aventurina azul está conectada a nuestros chakras de la garganta, ayudándonos a decir nuestra verdad. Cuando nos aferramos a nuestras verdaderas emociones y no hablamos por nosotros mismos, nuestros chakras de la garganta se bloquean. A su vez, nuestros otros chakras se desequilibran y esto puede causar ansiedad y ataques de pánico. La aventurina azul, cuando se usa o se usa en un ritual, trabaja para equilibrar nuestros chakras, romper los hábitos egoístas y prevenir la ansiedad antes de que suceda.

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