¿Por qué existen los años bisiestos?

Desde un punto de vista astronómico, el año bisiesto tiene un propósito crucial.

A medida que la Tierra completa su órbita alrededor del Sol en 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, acumulamos seis horas adicionales cada año.

Para rectificar esto, se agrega un día adicional cada cuatro años, alineándose con el 29 de febrero.

Significado del año bisiesto en la numerología

La numerología, el antiguo estudio de los números y su significado espiritual, arroja luz sobre las energías positivas asociadas con el año bisiesto.

Sumar los dígitos del 29 de febrero (2+9) da como resultado el poderoso número 11. En numerología, el 11 simboliza la iluminación, el despertar y el crecimiento.

El segundo dígito, 2, representa el segundo mes ofreciendo una vibración numérica que ayuda a alinear el alma con tu misión de vida y trae ese propósito al plano terrenal.

La combinación de 11 y 2 emana energía positiva particularmente en los ámbitos del amor, la curación y la enseñanza.

Lejos de ser siniestro, el año bisiesto en el ámbito de la numerología, se considera afortunado: un momento en el que las energías se intensifican, fomentando el optimismo, el amor, la compasión y la sabiduría espiritual.

Impacto del año bisiesto, según la astrología

Astrológicamente, la adición de un día más al calendario crea un impacto vibratorio en la dimensión del universo.

Es un día para observar atentamente el comportamiento de la naturaleza y los animales, sirviendo como espejo reflectante de nuestra propia existencia.

Para las personas nacidas el 29 de febrero, su cumpleaños se calcula en función de su carta natal considerando el grado específico del Sol durante su llegada.

Al caer bajo el signo de Piscis, el año bisiesto resuena con espiritualidad, conciencia y emociones profundas.

La esencia de Piscis se alinea con las energías positivas del año bisiesto, creando una conexión única y profunda.

En conclusión, el año bisiesto, lejos de ser una fuente de inquietud, se presenta como un período de iluminación y crecimiento.

Al abrazar el 29 de febrero, demos la bienvenida a las energías elevadas, disfrutemos de la sabiduría espiritual y naveguemos el año con abundancia de optimismo, compasión y amor.