Una de las creencias sobre el origen de la incomodidad y llanto de un bebé es el mal de ojo.

Los más pequeños del hogar, al ser el centro de atención de familia, amigos y conocidos, pueden recibir todo tipo de energías negativas y para curarlas se puede recurrir a una de las recetas más antiguas: la limpia con un huevo.

¿Cuáles son los beneficios de la limpia con un huevo para los bebés?

El ritual de la limpia con un huevo es muy poderoso debido a su capacidad de absorber, desde malas vibras, hasta maldiciones como brujerías y hechizos. Su objetivo no es regresar el mal, sino retirarlo del aura y transmutarlo.

Los bebés son los seres más indefensos del hogar y si bien su aura es pura y poderosa pues no está “contaminada”, puede ser blanco de envidias. Al ser un ritual de magia blanca, la limpia con un huevo los ayuda a mantenerlos protegidos y quitarles todas las malas energías de padres, amigos, familiares y conocidos.

¿A qué edad se le puede hacer la limpia con un huevo a un bebé?

Los esotéricos no precisan a partir de qué mes se le puede practicar este ritual a los bebés, sin embargo, se recomienda no hacerlo en los primeros días de nacido puesto que espiritualmente, los pequeños aun tienen protección divina.

La intuición de la madre o el padre será la que les indique el momento adecuado para practicar este ritual a su bebé, explican algunos portales esotéricos.

¿Cómo practicar la limpia con un huevo a los bebés?

Los materiales que se ocuparán para este ritual son un huevo, el más fresco que logres conseguir, así como un vaso cristalino (sin figurillas o dibujos) con la mitad de agua.

El primer paso es preparar al bebé, esto requiere vestirlo con ropa ligera así como ponerlo en una posición cómoda y segura. El pequeño tiene que estar despierto, además, no se le debe perder de vista para evitar algún accidente.

Toma el huevo con tu mano diestra y reza un Padre Nuestro, Ave María o una oración pidiendo que este producto retire con su poder espiritual toda la mala energía del bebé.

Pásalo por el cuerpo del bebé, de la cabeza a pies, haciendo pequeños círculos sin tocar el cuerpo. Mientras lo haces vuelve a rezar la oración de tu preferencia.

Cuando termines, rompe el huevo y deposítalo en el vaso con agua. En este momento, se retiran las malas energías que pudo haber tenido el pequeño. Si hay burbujas, telarañas, el huevo salió oscuro o demasiado claro significa que el bebé tenía mal de ojo.

El último paso es desechar el huevo en el inodoro, luego lava bien el vaso y resérvalo para rituales futuros; nunca lo vuelvas a usar para tomar agua.

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