A menos que se trate de un trámite para tu pasaporte o una visa, no hay necesidad de dar tu nombre completo a otra persona.

Aunque te parezca rebuscado, darle este dato personal a los demás puede dejarte en riesgo de sufrir amarres de amor y hechizos con magia negra, ya que es un requisito casi indispensable para los rituales.

Los rituales esotéricos necesitan preferiblemente el nombre completo de alguien que se va a hechizar, de modo que el movimiento energético (positivo o negativo) sea más preciso y recaiga sobre la persona.

Para evitar que suceda, si alguien no te da confianza espiritual, tan solo tienes que darle un seudónimo o nombre falso.

Por ejemplo, si te llamas “Daniela María”, miente sobre tu segundo nombre o indica que todos te conocen como “Danimar”, pero no des mayor información.

Si alguna persona pretende lanzar un hechizo sobre ti, por más que tenga una foto, y cuidado con aquellas que publicas en redes sociales, es muy probable que las energías se movilicen confusamente y el ritual no surta el efecto esperado.

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