Vas a necesitar:

• Un limón.
• Aceite o esencia de palo santo.
• Un poco de sal, que puede ser fina, gruesa o rosada.

Asimismo, puedes acompañar el proceso con una vela blanca, que según el ritual con velas de colores, se relaciona con la purificación, la paz y la limpieza de energías.

Al encenderla, estás dando luz divina a tus ambientes y activando su vibración.

Paso 1
En el mismo bote de pintura o la preparación que tengas vas a colocar el jugo del limón, un poco del aceite o esencia de palo santo y finalmente un poco de sal.

La sal es un ingrediente con gran poder de absorción de malas energías, por lo que debes darle la misión e intensión de proteger tu hogar.

Paso 2
Ahora revuelve la mezcla de pintura mientras decretas al Universo que tu hogar está protegido.

Visualiza que estás en una casa limpia, espiritualmente, purificada y completamente sana de energías negativas.

Así le estarás dando una intención a esa pintura.

Paso 3
Ahora comienza a pintar tu hogar, con una brocha o rodillo, según lo amerite el caso, pero no dejes de decretar energías positivas para tu hogar.

Debes hacer la labor con alegría y satisfacción.

Las emociones con las que pintas automáticamente se transmiten a través de la pintura, así que evita hacerlo si estás triste o enojado.

En ese caso, déjalo para después.

Cuando hayas terminado de pintar tu casa, enciende una varita de incienso y recorre todas las áreas mientras le das pequeñas vueltas.

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