Este 1 de febrero se celebra Imbolc, una antigua festividad celta que marca el final del invierno y el renacer de la naturaleza. Es una de las celebraciones paganas más importantes dentro de la Rueda del Año Wicca y está vinculada a la fertilidad, la luz y la purificación.

El término Imbolc proviene del irlandés “i mbolg”, que significa “en el ombligo”, en referencia a la gestación de las ovejas, un símbolo de renovación. También es conocida como Oimelc, que significa “leche de ovejas”, pues en esta época comenzaba la lactancia de estos animales. Para el cristianismo, la festividad se asimiló como el Día de Santa Brígida o la Fiesta de la Candelaria, manteniendo su relación con la luz y la purificación.

Imbolc representa la transición entre el invierno y la primavera, simbolizando el regreso del sol y el fin de las noches frías. Para sintonizar con su energía, se realizan rituales de renovación y limpieza.

Ritual con agua florida para Imbolc

Uno de los rituales más tradicionales consiste en preparar un agua de luna o agua florida, cargada con la energía de esta festividad. Para elaborarla, se utilizan elementos simbólicos:

• Bayas rojas para atraer amor y pasión
• Semillas de pensamiento para la claridad y el renacimiento
• Naranjas como símbolo del sol y la vitalidad
• Pino para purificar y eliminar energías negativas
• Canela para la salud y la prosperidad
• Anís estrellado para la suerte y la protección
• Piñas para activar la intuición y el tercer ojo
• Leche para simbolizar la fertilidad y la abundancia

Anillo de hielo para honrar Imbolc

Otra opción es crear un anillo de hielo. Se colocan los ingredientes en un molde con agua y se congelan. Al solidificarse, se coloca una vela en el centro y alrededor se añaden hojas de zarzamora, pétalos de rosa y manzanilla.

Al encender la vela, el hielo se derrite gradualmente, simbolizando el regreso de la luz y el despertar de la naturaleza tras el invierno.

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