La tradición dice que el Espíritu de la Navidad llega a los hogares donde se le da la bienvenida y él recibe las peticiones y deseos de sus creyentes y los reparte en salud, abundancia y amor el año siguiente.

Esta es una tradición de origen celta, pero con el tiempo ha ido metiéndose en diversas culturas.

La leyenda dice que un hermoso, alegre y bondadoso ser llegó hasta las tierras nórdicas (Escandinavia) en esa fecha procedente de un mundo muy lejano.

Él visitaba los hogares de las personas de buen corazón para concederles los deseos más preciados.

Parte del ritual incluye una reflexión personal en la que se muestra arrepentimiento por las acciones individuales que pudieron ir en contra de los propios deseos o que afectaron el logro del bienestar ajeno.

Para el ritual necesitamos lo siguiente

• 1 vela azul. 1 vela amarilla, 1 vela roja.
• 1 vara de incienso.
• Esencia o aceite de canela, o el que tengas a la mano.
• Fósforos.
• Hojas de papel.
• Lápiz o lapicero.
• Tijeras.

Significado

– Vela azul: Paz
– Vela amarilla: Alegría y Felicidad
– Vela roja: Amor
– Incienso de Mirra: Paz y Prosperidad
– Esencia de azahar: Amor, Suerte, Dinero, Energía Física, Alegría y Salud

Cómo realizamos el ritual:

1. Colocamos las velas en triángulo, azul en la punta, roja abajo a la izquierda y amarilla abajo a la derecha, previamente untadas con la esencia.
   Encendemos las velas en el sentido de las agujas del reloj, prendemos el incienso y esparcimos unas gotas de esencia por el ambiente.
2. Abrimos todas las puertas y ventanas de la casa para darle la Bienvenida al Espiritu de la Navidad.
3. Nos concentramos en silencio durante unos minutos percibiendo esa energía buena y positiva que nos trae el Espiritu de la Navidad, empapándonos de ese bienestar colectivo tan anhelado, de los deseos Universales de paz, amor y prosperidad para todos.
4. Visualizamos la Tierra llena de luz, paz y armonía donde todos los seres son felices. Pensamos también en nuestros objetivos particulares, visualizamos nuestros sueños cumplidos.
5. Escribimos en el papel nuestros deseos por orden de prioridad, deben ser 21.
   Es conveniente escribir la lista de deseos en renglones independientes y solo por una cara del papel. Una vez finalizado el ritual debemos conservar este papel hasta el año siguiente.
6. Si el año anterior hemos realizado este mismo ritual, sacamos el papel con nuestros deseos expresados, entonces recortamos en tiras los que se han cumplido y los quemamos en las llamas de las velas, dando Gracias mentalmente por los deseos cumplidos.
7. Dejamos que las velas se consuman totalmente.

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