El Feng Shui, una antigua tradición china centrada en equilibrar la energía de los espacios, también influye en nuestras decisiones personales, como la elección de regalos.

Según una terapeuta del Instituto Internacional de Shiatsu de Barcelona, esta práctica no es mágica ni esotérica, sino un sistema basado en conocimientos ancestrales que abordan conceptos esenciales como el Qi o Chi (energía vital), el equilibrio del Yin y el Yang, y la interacción de los Cinco Elementos: agua, fuego, tierra, madera y metal.

Además, el Feng Shui emplea principios del I Ching, orientaciones magnéticas y factores astronómicos para analizar y armonizar los espacios, con el objetivo de promover equilibrio y bienestar.

Según esta filosofía, los regalos que entregamos o recibimos tienen un impacto directo en el flujo energético de nuestras vidas, pudiendo atraer fortuna o generar bloqueos.

En la temporada navideña, época de alegría y renovación energética, los obsequios adquieren un significado especial. Para el Feng Shui, regalar no se limita a un acto material, sino que simboliza un intercambio de vibraciones e intenciones.

Escoger un presente inadecuado podría alterar el equilibrio energético de quien lo recibe y generar incomodidad.

Regalos desaconsejados según el Feng Shui

El Feng Shui sugiere evitar obsequios que puedan alterar el flujo energético o atraer vibraciones negativas. Entre los artículos que no se recomiendan se encuentran relojes, cuchillos, corbatas, pañuelos, perfumes y objetos de segunda mano. También se desaconseja regalar espejos u otros adornos que puedan reflejar y amplificar malas energías.

• Relojes: Representan el paso del tiempo y la sensación de limitación, lo que podría simbolizar el cierre de una etapa o el fin de una relación.
• Cuchillos y objetos afilados: Se asocian con cortes, conflictos y rupturas, generando posibles tensiones en los vínculos personales.
• Corbatas: Relacionadas con la formalidad y el control, estas pueden simbolizar restricciones o ataduras emocionales y laborales.
• Pañuelos: Suelen vincularse con la tristeza y el duelo, por lo que regalarlos podría atraer dificultades o lágrimas al destinatario.
• Perfumes: Su aroma efímero puede representar relaciones inestables o superficiales que se terminan con el uso del producto.
• Objetos de segunda mano: Estos artículos pueden conservar la energía de sus antiguos propietarios, afectando el equilibrio del receptor y, en algunos casos, atrayendo carencias materiales o energéticas.

Según esta filosofía, es mejor optar por regalos que impulsen el bienestar y fortalezcan la energía positiva en el entorno.

Regalar experiencias, momentos compartidos o detalles personalizados ayuda a fortalecer los lazos emocionales y transforma el acto de dar en una expresión genuina de cuidado y equilibrio. Priorizar estas elecciones convierte cada regalo en un símbolo de armonía y felicidad.

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