Actualmente la contaminación lumínica representa un grave problema, principalmente en las grandes ciudades, lo que afecta a especies animales.

Lo anterior debido a que el 65 por ciento de ellos tienen hábitats nocturnos, por lo que con tanta luz se altera su forma de reproducirse , al igual que su orientación y alimentación.

El apagar las luces es un acción sencilla que ayuda a ahorrar y a mejorar las condiciones de vida de diversos animales.

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Otras de la consecuencias de la contaminación lumínica es que genera deslumbramientos, los cuales son peligrosos para los conductores. Además, afectan la seguridad vial.

También se generan dificultades en el tráfico aéreo y marítimo. Así mismo, se producen  residuos contaminantes, como lo son el dióxido de carbono o sustancias radiactivas.

Entre las medidas que se pueden tomar contra la contaminación lumínica son el iluminar solo las zonas que sean necesarias. Al igual que cambiar las lamparas de mercurio por lamparas de sodio, ya que estas contaminan y consumen en menor cantidad.

Además, de hacer uso con responsabilidad de la iluminación de monumentos, fachadas de edificios y carteles publicitarios.

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