En los mares, océanos y medios dulceacuícolas habitan gran cantidad de animales, como es el caso de los peces. Y muy en particular hoy hablaremos del pez piedra.

Existen diferentes ejemplares de peces muy comunes, como por ejemplo la sardina, la trucha, el esturión o el tiburón blanco.

Sin embargo, otras muchas presentan rasgos más llamativos y desconocidos que nos permiten clasificar estos animales como “raros”.

Estos curiosos peces pueden encontrarse en cualquier parte del mundo, a bajas o grandes profundidades, alimentándose de diferentes presas y adoptando modos de vida totalmente diferentes.

Debido a sus protuberancias en el cuerpo y a sus colores grisáceos, marrones y/o mixtos, estos grandes peces tienen la capacidad de camuflarse en el fondo marino.

Aparentando ser una piedra, de ahí el nombre común de la especie. Sin embargo, lo que más caracteriza al pez piedra es su peligrosidad.

Presenta unas púas o espinas productoras de un veneno neurotóxico en sus aletas, capaces de provocar la muerte a otros animales que se pongan en contacto con él.

Este pez tan raro habita en el océano Pacífico e Índico, encontrándose normalmente a poca profundidad.

Su dieta es variada, pues puede alimentarse tanto de moluscos como de crustáceos y otros peces.

Su técnica para cazar consiste en abrir la boca para, cuando la presa se encuentre próxima, nadar rápidamente hacia ella y engullirla finalmente.

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