En cualquier época de año llegan miles de mensajes de rebajas, ofertas, liquidaciones y sin fin de descuentos que nos hacen decir “me lo compro porque me lo merezco”, pero que tanto es “merecido” realmente.

Con la era digital el comprar algún producto o servicio se ha vuelto cada vez más difícil por la cantidad de opciones que hay a nuestro alcance, por lo que es importante conocer cómo funciona el cerebro ante una compra.

Primeramente, el cerebro humano aún tiene ese “chip” que ve por la supervivencia y necesidad por lo que a la hora de comprar surge este mecanismo analizando lo que nos conviene.

Se tiene claro lo que se desea comprar, pero el cerebro al ver “una oferta exclusiva” saltará pensando que nunca volverá a verla.

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Ahora que sabes que es más tema de consumismo el que haya descuentos y ofertas, aprende a no caer en ellos.

Haz una lista de cosas necesarias y “gustos”, aquellos zapatos o tenis de último modelo pueden esperar hasta llenar tu despensa.

Ahora checa el producto en varias tiendas, anota los precios y las facilidades de pago que pueden beneficiarte.

¡Aun no lo compres! Vuelve a checarlas en una semana, evita que sea durante festividades o vacaciones que suelen aumentar los precios, y si la promoción sigue tal cual es momento de actuar, si la han quitado y bajo el precio todavía mejor, si subió puedes ver si en otras tiendas sigue tal cual.

Es una estrategia que se ve claramente en el Buen Fin, que más que aprovechar descuentos hay que saber aprovechar facilidades de pago.