Por lo general, el hábito de morderse las uñas comienza en la niñez.

Muchas personas que tenían esa mala costumbre cuando eran pequeñas con el tiempo la superan.

Pero para algunos, se convierte en un hábito de por vida que puede ser extremadamente difícil de dejar.

La mayoría de nosotros crecimos pensando que mordernos las uñas era algo malo.

Pero resulta que este comportamiento repetitivo puede revelar algunos datos interesantes sobre ti, y no se trata solo de tu nivel de estrés.

Investigamos un poco para descubrir las razones detrás del hábito de morderse las uñas.

Puede que seas un perfeccionista

La mayoría de los que se muerden las uñas tienen un gran rendimiento y son perfeccionistas, según un estudio.

Los investigadores encuestaron a un grupo de personas, la mitad de las cuales tenía el hábito de morderse las uñas, y la otra mitad no.

Las que se mordían las uñas resultaron tener personalidades de tipo A, que tienden a trabajar demasiado.

Eres más listo de lo que piensas

Las personas con este hábito a menudo son impulsadas por objetivos y no realizan las tareas al ritmo habitual.

Muchos tienden a morderse las uñas durante los momentos de intensa concentración, por ejemplo, cuando intentan resolver un problema.

Puede que estés impaciente

El aburrimiento y la frustración pueden ser factores importantes desencadenantes para morderse las uñas.

Una vez que se vuelve un hábito, puede convertirse en algo que haces para mantenerte ocupado cuando estás aburrido o esperando algo.

Puede que no seas feliz contigo mismo

Este puede ser un hábito nervioso que temporalmente hace que las personas se sientan mejor.

Los que se muerden las uñas a menudo son exagerados y establecen grandes expectativas para sí mismos.

Cuando no pueden alcanzar sus metas, a menudo se sienten decepcionados y avergonzados.

Podría estar relacionado con un problema psicológico

Morderse las uñas puede estar relacionado con el trastorno obsesivo-compulsivo, cuando las personas sienten la necesidad de hacer algo una y otra vez.

Sin embargo, no todos los que tienen estas afecciones mentales se muerden las uñas, y, a menudo, es un hábito duradero difícil de superar.

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