La Conapesca en una búsqueda constante por exportar de pesca ribereña a Estados Unidos; un decreto aplicado el 30 de abril dio como consecuencia que el gobierno estadounidense liderado por Joe Biden pusiera los ojos sobre la captura artesanal que realizan comunidades de Sonora, Sinaloa y Baja California Sur.
Los pescadores normalmente producen una cantidad de más de 15 mil 700 toneladas por temporada; pero ahora, debido a que EU decidió retirar la certificación a todo el camarón extraído de estas costas, será más complejo la exportación. La certificación se quitó porque comprobó el mal uso de los Dispositivos Excluidores.
La acción que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca); puso en marcha fue negociar con EU para que el gobierno dejará abierta la exportación del camarón no industrial, únicamente de este tipo, para así diferenciar entre el producto capturado por barcos y las pequeñas embarcaciones. Además de comprometerse con la entrega de una estrategia los días anteriores al 1 de junio una estrategia.
El comercio mexicano ha hecho lo posible por reactivar el acuerdo; es por esto que Bernardino Muñoz, director general de Planeación, Programación y Evaluación de Conapesca; redactó una carta específicamente para David Hogan, director de la Oficina de Conservación Marina del Departamento de Estado de EU; en donde el 17 de mayo de presente año se le detalló un reporte que contenía información sobre la pesca, distribución geográfica, tipos de redes y cantidad de embarcaciones con permisos vigentes.
El intento de @Conapesca de seguir exportando #camarón 🦐 de pesca ribereña a 🇺🇸, a pesar del embargo del 30 de abril, abrió un nuevo frente para 🇲🇽, ya que ocasionó que la administración Biden pusiera los ojos sobre la captura artesanal que realizan comunidades…🧵 pic.twitter.com/FJ35GwmVr2
— Ernesto Méndez (@ernesto_mendez) July 21, 2021
Todo esto para poder recibir la aprobación de no cerrar las fronteras al producto. Aunque las explicaciones aun non han sido suficientes puesto que EU comenta que no tiene los datos suficientes para determinar si esta pesca no es dañina para las tortugas, lo cual es el principal motivo preocupante para el gobierno de Biden.