Ciudad de México.- El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador que las negociaciones fueron difíciles y tensas, pero que al final, la relación económica se subordinó a la diferencia de Trump con la migración, siendo el reto que México lograra separar el tema comercial y económico del migratorio.
A decir del canciller mexicano, la delegación estadunidense los recibió con un ultimátum ante la cifra récord de que, tan solo en mayo, se registraron más de 140 mil migrantes intentando ingresar a Estados Unidos.
En caso de aplicarse los aranceles, a finales de junio se habrían presentado la pérdida de un millón 200 mil empleos y una caída de más de un punto en el PIB.
Sobre el acuerdo, Ebrard Casaubón detalló que Estados Unidos condicionó a México a convertirse en «tercer país seguro», pero que tras las intensas negociaciones, se acordaron 90 días para esperar los resultados de dos medidas:
La Guardia Nacional se desplegará en la frontera sur para, en coordinación con el Instituto Nacional de Migración, registrar a los migrantes centroamericanos “porque no podemos tener a 600 mil personas cruzando por México y no saber cómo se llaman”, sentenciando que eso no es criminalizarlos.
Un segundo punto es la aplicación de la Ley 235 de Estados Unidos para que los migrantes que estén en espera de la resolución de su solicitud de asilo aguarden en México, siendo alrededor de 10 mil personas.
Marcelo Ebrard aclaró que no se tienen acuerdos secretos con Estados Unidos, y que en caso de que las medidas no regularicen el flujo migratorio en 45 días, ambas naciones retomarán las negociaciones invitando a Guatemala (porque recibe a hondureños y salvadoreños), Panamá (que recibe a cubanos) , y a Brasil por recibir a los extranjeros extracontinentales.
Aseguró además que se ganaron cuatro puntos:
Que no hay tarifas hoy ni una amenaza por lo menos hasta en 90 días; que la migración se separa del comercio; que en materia migratoria lo que México propone es mejor que otras soluciones, y “que tenemos la oportunidad de demostrar que tenemos razón”, dado que Estados Unidos pretendía que se firmara ‘otra cosa’.