El caso de un mecánico en Torreón, Coahuila, ilustra el verdadero significado de la mala suerte.

Este mecánico decidió utilizar un auto que estaba reparando sin permiso, y desafortunadamente, el vehículo se incendió en las calles de la ciudad.

Como dice el refrán, cada trabajo tiene sus ventajas, pero a veces no es bueno tomar atribuciones más allá de nuestros límites, y esta historia lo demuestra claramente.

El mecánico decidió tomar prestado el auto para visitar un restaurante y comprar comida en Torreón.

Sin embargo, la tragedia ocurrió cuando estacionó el vehículo en el estacionamiento de un negocio en la calle Independencia y Mariano López Ortiz.

El auto comenzó a arder en llamas de repente, y aunque el mecánico corrió hacia él, ya era demasiado tarde para apagar el fuego.

El auto quedó completamente calcinado. Al ser cuestionado sobre la procedencia del vehículo, el mecánico admitió que no era suyo y que solo tenía la intención de utilizarlo por un corto tiempo para comprar comida para llevar.

Afortunadamente, gracias a la pronta reacción de los bomberos, el incendio no afectó al restaurante ni a otros vehículos cercanos, como informó la policía de Torreón.

Sin embargo, una persona anónima comentó que la comida le salió más cara de lo que el mecánico pensaba, ya que ahora tendrá que pagar los daños del auto que tomó prestado.

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