Ciudad de México.- La política de austeridad aplicada al sector Salud, en específico al ISSSTE, empieza a cobrar factura, además del desabasto de medicamentos, falta de gasolina que deriva en ambulancias paradas y la imposibilidad de renovar contrato a médicos de guardia o suplencias, ahora se suma la falta de presupuesto para dar mantenimiento a los hospitales y el abandono de por lo menos 56 obras de remodelación o construcción.
De acuerdo con el Avance Presupuestal del primer trimestre de 2019, presentado en la Junta Directiva del ISSSTE, los recortes al presupuesto impuestos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tuvieron un impacto de 13% de ahorros; sin embargo, Luis Miguel Victoria Ranfla, presidente del CEN del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE dijo que la austeridad tiene un impacto negativo en el instituto.