Por primera vez se puso en marcha el Plan DN-III por parte del Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para atender la emergencia sanitaria, ya que normalmente este plan estaba enfocado a fenómenos naturales o climatológicos.
El general Crescencio Sandoval Morales en un evento de supervisión de infraestructura hospitalario de la Sedena y del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), enfatizó que con su actuación complementarán la atención de la salud en el país.
Te recomendamos leer: Entrega Aispuro equipo a municipios para atender pacientes con COVID-19
“Es importante para nosotros esta nueva etapa, para incorporar conocimientos, que sí bien dentro del sistema de salud los teníamos o los tenemos establecidos, ahora los tendremos que modificar en apoyo a la sociedad mexicana”, redundó.
El titular de las fuerzas castrenses especificó, que este plan contempla tres vertientes: atención hospitalaria, terapia intensiva mediante la reconversión de hospitales en instalaciones militares y alojamiento de batallones, así como la atención en instalaciones del Insabi.
En ese sentido, los hospitales militares e incluso áreas como dormitorios que normalmente lo utilizan las tropas para descanso, se habilitarán para atender la emergencia sanitaria en el país.
Este plan también contempla el traslado de insumos, implementos médicos, pacientes y todo lo requiera el Sistema de Salud nacional.
En el ámbito de la salud para aplicar el plan, se cuenta con mil 738 médicos militares, 649 cirujanos dentistas, mil 727 enfermeras, 884 oficiales de sanidad o paramédicos, ochos mil 152 tropas de sanidad, los cuales en total son 13 mil 350 elementos.
Así mismo se está capacitando a tres mil 600 elementos que no está relacionado con el tema de la salud pública, pero que cuenta con otro tipo de conocimientos de adiestramiento militar; además se contratarán tres mil 694 profesionales de salud más.
Sumando a todos, se tendrían 20 mil 400 hombres y mujeres destinados a la aplicación del plan DNIII-E exclusivamente para la salud.
Se contará además con 470 ambulancias de traslado, 100 ambulancias de terapia intensiva, dos mil 337 vehículos de carga para llevar lo que se requiera a cualquier parte del país, 12 aviones para carga y 22 helicópteros.
Alrededor de 13 hospitales militares y 15 unidades operativas se convertirán en hospitales para atender el COVID-19, además 31 hospìtales del Insabi fueron asignados a la Sedena para la operación y funcionamiento en esta contingencia. Se tendrán mil 320 camas de terapia intensiva y mil 780 de hospitalización.