Ark: Survival Evolved es uno de los títulos de supervivencia más jugados. Es un sandbox enorme con cientos de cosas por hacer y en el que los límites nos los pone nuestra imaginación. Siendo tan popular, es normal que las grandes compañías de videojuegos quisieran contar con él en su plataforma y, todavía más, ofrecérselo a sus usuarios de forma gratuita.

Regalar un título de este calibre no es barato y ahora ya sabemos exactamente cuánto le costó tanto a Sony como a Microsoft tenerlo entre sus regalos de PS Plus y Xbox Game Pass.

Snail Games, dueños de Ark, entregaron esta semana un reporte a la Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos. En este documento, se presentaron distintas actualizaciones respecto a las finanzas de la empresa, como un reporte de ganancias y de gastos.

Entre toda esta información, salió a relucir los tratos que hizo tanto con PlayStation como Xbox para tener su juego dentro de sus servicios de suscripción. Todavía más interesante, desglosaron a detalle el trato y cuánto le costó a cada empresa.

Primero tenemos a PlayStation, quienes ofrecieron Ark a sus suscriptores de PS Plus el pasado mes de marzo. Esta sería una oferta limitada a tan solo 5 semanas para reclamar el juego que sería permanente para los usuarios. Por este periodo de tiempo, Sony tuvo que desembolsar $3.5 millones de dólares.

En el segundo caso, Xbox introdujo Ark en su servicio Game Pass en 2019. El acuerdo inicial fue por tres años a cambio de $2.5 millones de dólares. Sin embargo, en 2020 el trato fue renegociado y Snail Games otorgó una licencia de por vida para su juego en el servicio de Xbox. Además, recibieron otros $2.3 millones de dólares por lanzar Ark 2 en Game Pass desde el día uno.

Solo con ver los números nos damos cuenta del enorme poder adquisitivo de Microsoft y lo que está dispuesto a pagar para su marca de videojuegos. Igual impresiona que Sony tuviera que pagar más por un título que llegó de forma limitada, mientras que su competencia consiguió una licencia vitalicia por mucho menos dinero.

En ambos casos, nos demuestran lo costosos que pueden ser algunos juegos al incluirlos en servicios como PS Plus y Game Pass. Además de que nos deja pensando cuánto habrán costado otros títulos mucho más famosos que Ark. Una pregunta de la cual puede que nunca tengamos respuesta.

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