Microsoft y Activision no se quedaron con los brazos cruzados. El pasado jueves, ambas empresas respondieron a las acusaciones de la FTC y el juicio que busca iniciar para evitar la compra de Activision-Blizzard.

En un comunicado enviado al órgano regulador, ambas empresas defendieron su acuerdo. El tema principal de este documento era atender las preocupaciones de la comisión respecto a la compra. Especialmente el tema de Call of Duty y el aspecto anticompetitivo que representa la posesión de esta propiedad intelectual.

«La adquisición de un solo juego por parte del fabricante de consolas en tercer lugar no puede poner patas arriba una industria altamente competitiva» explicó Microsoft en el comunicado. Este comentario hace referencia a Call of Duty, principal objeto de discordia en el trato y título que tiene preocupadas a las reguladoras internacionales.

El documento también recordó que el objetivo de la empresa es no limitar estos títulos a su plataforma, recordando los acuerdos hechos con Steam y Nintendo semanas atrás. Adicionalmente, también menciona las negativas de Sony de aceptar los tratos ofrecidos por Microsoft para la permanencia se Call of Duty en su sistema PlayStation.

«El hecho de que el competidor dominante de Xbox se haya negado hasta ahora a aceptar la propuesta de Xbox no justifica el bloqueo de una transacción que beneficiará a los consumidores. Dar a los consumidores contenido de alta calidad de más maneras y a precios más bajos es lo que se supone que las leyes antimonopolio deben promover, no prevenir».

Este comunicado sería la primera respuesta respecto a las acciones tomadas por la FTC. Iniciando el mes de diciembre, la Comisión norteamericana hizo oficial sus intenciones de intervenir en la compra. De acuerdo con ellos, el cierre de esta compra haría daños importantes en la industria de los videojuegos, algo que buscan evitar.

Se espera que en 2023 los comicios entre la empresa y los reguladores lleguen a su fin.

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