En un trágico incidente ocurrido en Los Ángeles, uno de los tanques de combustible de un camión en llamas estalló, dejando a nueve valientes bomberos heridos. La explosión fue tan violenta que lanzó una bola de fuego por los aires, generando momentos de caos y pánico en el vecindario ubicado al sur del centro de la ciudad.

La atención médica

Los nueve bomberos afectados en este lamentable suceso fueron rápidamente trasladados al Centro Médico Harbor-UCLA, donde se encuentran en condición estable. Sin embargo, dos de ellos se encuentran en estado crítico y han debido ser intubados para ser trasladados a un pabellón especializado para quemados en el Centro Médico General de Los Ángeles, según informó la doctora Molly Deane.

“Francamente, después de ver las imágenes, es realmente sorprendente que ninguno de ellos haya sufrido lesiones más graves. La mayoría de ellos se recuperará por completo”, añadió la doctora Deane.

El conductor del camión, por su parte, resultó ileso después de percatarse de que algo no estaba bien con su vehículo y alejarse para llamar al número de emergencias 911. El camión estaba impulsado por dos tanques de 378 litros de gas natural comprimido, de los cuales uno explotó seis minutos antes de que los bomberos llegaran al lugar en Wilmington, un vecindario ubicado a 29 kilómetros al sur del centro de Los Ángeles, cerca de los puertos de la ciudad.

La reacción de las autoridades de Los Ángeles

En una conferencia de prensa afuera del centro médico, la alcaldesa Karen Bass describió este como un día difícil para Los Ángeles. Un helicóptero de un canal de noticias captó imágenes de partes carbonizadas y retorcidas del camión, donde aún se podía observar una pequeña llama ardiendo. También se pudo ver el equipo de bomberos abandonado en el lugar donde los heridos recibieron atención médica inicial.

La bola de fuego generada por la explosión alcanzó una altura igual a la de los postes telefónicos e incluso logró hacer estallar uno de los transformadores cercanos, según informó el capitán del departamento de bomberos, Erik Scott. Aunque el segundo tanque aún está liberando gases residuales, la amenaza se considera menor.

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— Kevin Takumi (@KevinTakumi) February 15, 2024

Cabe destacar que la explosión ocurrió en una zona industrial, separada de los hogares por una calle ancha y una vía de tren. Afortunadamente, no había viviendas en peligro. Sin embargo, tras la explosión se desarrolló un amplio perímetro de seguridad y aproximadamente 160 bomberos acudieron al lugar.

La jefa de bomberos, Kristin Crowley, aprovechó la ocasión para reconocer la peligrosidad de la labor de los bomberos y se enfatizó que se revisarán todos los aspectos de este incidente para mejorar la seguridad y extraer enseñanzas de esta experiencia.

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