Una tragedia sacudió la tranquilidad de la comunidad religiosa en Valencia, España, cuando un hombre irrumpió en el monasterio del Santo Espíritu el pasado 9 de noviembre, causando la muerte de un fraile y dejando al menos cinco personas heridas.
El agresor, quien afirmaba ser Jesucristo y actuar en nombre de «Dios», ingresó al lugar armado con botellas y palos, atacando a los presentes y sembrando el caos en la iglesia.
Los frailes franciscanos, pertenecientes a la comunidad del monasterio, condenaron enérgicamente la violencia que se desató en sus instalaciones.
El ministro provincial de los franciscanos, fray Joaquín Zurera Ribó, emitió un comunicado expresando solidaridad con las víctimas y repudiando el ataque.
«Nos unimos al sufrimiento de nuestros hermanos y rechazamos categóricamente este acto de barbarie dentro de nuestra iglesia«, manifestó.
Según relatos de testigos presenciales, el agresor proclamaba ser el mesías mientras agredía a los religiosos con sus improvisadas armas.
Uno de los heridos se debate entre la vida y la muerte, mientras que los demás se encuentran en proceso de recuperación en el hospital.
El alcalde de Salva Costa se trasladó hasta Gilet para brindar apoyo a la comunidad afectada y visitar a los heridos, demostrando su solidaridad en momentos de crisis.
Lograron detener al culpable
Tras intensas labores de búsqueda, las autoridades lograron capturar al responsable de la agresión, un hombre de 46 años y nacionalidad española.
El Ayuntamiento de Gilet agradeció el trabajo de los agentes de seguridad por la pronta detención del atacante, quien enfrentará cargos por homicidio y lesiones graves en los próximos días.
El imputado fue presentado ante las autoridades competentes en la localidad de Puçol, en Valencia, para seguir con el proceso legal correspondiente.
Este lamentable suceso ha conmocionado a la comunidad valenciana y ha generado un debate sobre la seguridad en los lugares de culto.
