En Colombia, un niño de cinco años, identificado como Yosuar Smith Cabrera, murió el pasado 2 de mayo tras ser agredido por su tío materno, James Alberto Caicedo. El menor estaba bajo la custodia legal del agresor y vivía en condiciones de vulnerabilidad en el municipio de La Plata, en el departamento del Huila.

Según el parte médico del Hospital Departamental San Antonio de Padua, al que fue ingresado sin signos vitales, Yosuar presentaba múltiples lesiones en el tórax, abdomen y extremidades, compatibles con un patrón de maltrato físico severo. El subgerente de la institución, César González, confirmó que se trataba de una golpiza extrema.

El propio Caicedo, de 38 años, trasladó al menor al hospital tras encontrarlo inconsciente en el baño. Posteriormente confesó que había castigado al niño con al menos diez correazos, alegando que el menor "había hecho mal una tarea". Las autoridades indicaron que el niño dormía en el suelo de la sala y estaba expuesto a condiciones precarias.

El caso fue notificado a la Policía, activándose los protocolos correspondientes con la Fiscalía, Medicina Legal, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Comisaría de Familia. Caicedo fue capturado y presentado ante un juez de control de garantías, quien le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario. La Fiscalía lo imputó por el delito de homicidio agravado. Durante la audiencia, el acusado habría aceptado los hechos. Se conoció además que contaba con antecedentes judiciales por delitos relacionados con drogas y porte ilegal de armas.

Por otro lado, la madre del menor, Michel Caicedo, actualmente recluida en un centro penitenciario, solicitó permiso para asistir al velorio de su hijo. En un video difundido por redes sociales, suplicó a las autoridades poder despedirse de él: “Por favor, les pido de todo corazón que me permitan ver a mi hijo por última vez”. Sin embargo, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) rechazó la solicitud, argumentando que las normativas vigentes prohíben el ingreso de cuerpos a establecimientos penitenciarios.

Ante esta situación, reclusas del centro de detención El Buen Pastor organizaron una colecta para facilitar el traslado del cuerpo de Yosuar a Bogotá, donde será sepultado.

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