Según los informes iniciales, Danny Ayma, de 26 años, y Laura Valdivia, de 25 años, acudieron a las autoridades para reportar la presunta desaparición del hijo de ella, un niño de tres años. Sin embargo, durante las investigaciones de la División de Investigación Criminal (Divincri), se detectaron discrepancias en sus declaraciones. A pesar de revisar las grabaciones de seguridad del lugar y hora indicados para la supuesta desaparición, no se encontraron pruebas de la presencia del niño, lo que llevó a iniciar nuevas pesquisas para encontrarlo.

Después de una serie de interrogatorios, Danny confesó que el niño había fallecido y que él mismo había enterrado el cuerpo en un barranco en Yanatile, provincia de Calca. Se llevó a cabo un operativo para localizar el lugar donde se suponía que estaban los restos del pequeño. El cadáver, envuelto en una tela roja y atado con un cordón, fue encontrado y enviado para su análisis forense, que reveló que murió a causa de un traumatismo facial y craneal con edema cerebral.

Según el comandante de la Policía Nacional de Perú (PNP), Luis Cordero, durante su confesión, el sospechoso admitió haber golpeado al niño como castigo por ensuciar su ropa. Sin embargo, luego cambió su versión y acusó a su pareja como cómplice en el asesinato. El hombre fue detenido por homicidio, mientras que la madre también podría enfrentar cargos por intentar desviar la atención con una denuncia falsa de desaparición y su posible implicación en la muerte de su hijo.