Un hecho aterrador de violencia doméstica sacudió a la comunidad de Texas, donde un hombre de 35 años fue arrestado por arrojar sopa hirviendo a su novia de 67 años, causándole severas quemaduras de tercer grado. La motivación detrás del brutal ataque fue, según declaraciones de la víctima, que el agresor no toleraba que ella “hablara demasiado”.

El incidente ocurrió en un apartamento ubicado en el Condado de McLennan, cuando la víctima, identificada como una mujer de 67 años, estaba retirando un plato de sopa del microondas. En medio de una discusión, Alexander Alton McDavid, de 35 años, arrojó el contenido caliente sobre el hombro y el antebrazo derechos de la víctima, provocándole graves quemaduras. A pesar de la brutalidad del ataque, la mujer no pudo pedir ayuda de inmediato, ya que no tenía teléfono ni vehículo para comunicarse con las autoridades.

Según el informe policial, la víctima logró finalmente escapar del apartamento y, unos días después, se dirigió al Departamento de Policía para presentar una denuncia, donde las autoridades documentaron las lesiones y tomaron su declaración. En su testimonio, la mujer relató que McDavid había comenzado a agredirla físicamente después de un año de relación. De hecho, mencionó que, en ocasiones previas, él había intentado estrangularla, aunque nunca había denunciado esos abusos.

McDavid, que ya tenía antecedentes penales por agresión y violencia familiar, fue arrestado y enfrenta múltiples cargos, incluidos agresión, lesiones corporales, violencia continua contra la familia, lesiones a ancianos, y amenazas terroristas contra un familiar, entre otros. Este no es el primer enfrentamiento con la ley para McDavid; en 2024, fue arrestado por el mismo tipo de delitos, y su caso aún está pendiente de procesamiento en la oficina del Fiscal de Distrito del Condado de McLennan.

El historial de McDavid reveló que ya había sido condenado en dos ocasiones anteriores por agresión y violencia familiar, una en 2017 y otra en 2021, lo que generó preocupación sobre la frecuencia y la gravedad de sus comportamientos violentos.

Este horrendo caso puso nuevamente en evidencia la alarmante prevalencia de la violencia doméstica, especialmente en relaciones donde una de las partes se siente con poder absoluto sobre la otra. Las autoridades insisten en la importancia de denunciar cualquier tipo de abuso, y el incidente resalta la necesidad urgente de crear un entorno más seguro para las víctimas de violencia familiar.

El ataque de McDavid no solo dejó a la víctima con secuelas físicas graves, sino que también evidenció la desesperante situación que viven muchas personas atrapadas en relaciones abusivas. La comunidad sigue esperando justicia, mientras el agresor enfrenta múltiples cargos que podrían llevarlo a una condena significativa.