En Durazno, Uruguay, un hombre de 43 años, protagonizó un doble crimen en su hogar, donde mató a cuchillazos a su esposa de 42 años y a su hija adolescente de 16. Además, hirió gravemente a dos hijas menores de 12 y 9 años antes de quitarse la vida. Los hechos ocurrieron alrededor de las 7 de la mañana del lunes y dejaron estupefacta a la comunidad.

La policía llegó al lugar para encontrarse con la terrible escena. Las dos niñas heridas fueron trasladadas a un centro de salud, donde recibieron atención médica urgente. Mientras tanto, en el interior de la casa, se hallaron los cuerpos sin vida de la esposa del femicida y la hija mayor.

El hombre habría intentado incendiar la escena del crimen para ocultar las pruebas de su violencia, como lo indican las autoridades locales. Además, se encontró en la vivienda un gran desorden que dejó entrever la tragedia que allí se desencadenó.

La hija de 16 años asesinada padecía de una discapacidad, y según registros policiales, se habían realizado denuncias previas sobre su supuesta "mala atención". Sin embargo, no se tomaron medidas al respecto y el trágico desenlace sorprendió a todos. Los cuchillos manchados con sangre encontrados en la escena serán clave en las pericias para determinar cómo ocurrieron los hechos.

El fiscal Diego Chávez ha tomado el caso como cuatro delitos de femicidio, incluyendo dos en grado de tentativa por las lesiones causadas a las dos niñas sobrevivientes. Testimonios de vecinos y familiares cercanos serán clave en la investigación para reconstruir el suceso y saber qué fue lo que llevó al hombre a cometer semejante acto de violencia.

Una vecina del barrio donde ocurrió la tragedia expresó su conmoción ante lo sucedido, recordando a la familia como un matrimonio unido y amoroso. Nadie comprende qué pudo haber pasado para desencadenar una tragedia de tal magnitud en una familia aparentemente normal.

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