Edward James, condenado por la violación y asesinato de una niña de 8 años y el homicidio de su abuela en Florida, ha solicitado a la Corte Suprema de Estados Unidos que detenga su ejecución.

Su ejecución está programada para el próximo jueves 20 de marzo, a las 18:00 horas, en la Prisión Estatal de Florida. La petición fue presentada por su abogada, Dawn Macready, quien argumenta que ejecutar a su cliente sería inconstitucional debido a su presunto deterioro cognitivo.

La solicitud busca evitar lo que Macready considera una violación de la prohibición constitucional de castigos crueles e inusuales. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó la orden de ejecución en febrero.

Esta acción permitió que el proceso avanzara, pese a las apelaciones previas en tribunales estatales y federales. De acuerdo con WUSF, la Corte Suprema de Florida y un tribunal federal de apelaciones ya habían rechazado solicitudes anteriores para revocar la pena de muerte.

Así, el camino hacia la ejecución de James quedó despejado. El caso ha generado gran atención mediática y judicial, ya que involucra la aplicación de la pena capital en un contexto de posible deterioro mental.

Crímenes de Edward James

James, de 63 años, fue condenado por los asesinatos de Toni Neuner, una niña de 8 años, y su abuela Betty Dick, de 58 años, en 1993. En ese momento, James alquilaba una habitación en la casa de Dick, donde perpetró los crímenes que lo llevaron a recibir la pena capital.

Según documentos judiciales, James abusó sexualmente de Toni y luego la arrojó contra una pared, estrangulándola hasta la muerte. Posteriormente, atacó a Betty Dick, apuñalándola más de 20 veces hasta dejarla sin vida en el lugar.

Este caso conmocionó a la comunidad de Florida en la década de 1990. Los crímenes fueron especialmente impactantes porque el agresor era una persona cercana a la familia de las víctimas.

Durante el proceso judicial, James se declaró culpable de los asesinatos, el abuso infantil y el secuestro. Estas confesiones llevaron a los jueces a imponer la pena máxima en su contra.

A pesar de la confesión y las pruebas que lo incriminan, su defensa ha intentado en varias ocasiones frenar la ejecución. En su última apelación, la abogada de James argumenta que su cliente no comprende completamente su castigo debido a su deterioro mental.

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