Colombia.- Diego Murillo Ramírez, quien fue condenado por el feminicidio de su esposa Tatiana Andrea Grueso Calderón en 2015, ahora está relacionado con otro caso de feminicidio en Caicedonia, Valle del Cauca.
Murillo, quien purgaba una condena por el brutal asesinato de Tatiana, se encontraba cumpliendo parte de su pena bajo la modalidad de casa por cárcel cuando, de manera sorprendente, ha sido vinculado a otro feminicidio. Esta vez, la víctima fue Olga Lucía, quien, según testigos, fue atacada por Murillo en plena vía pública con un arma blanca.
La comunidad de Caicedonia se encuentra consternada por este nuevo acto de violencia de género, especialmente por la crudeza del crimen y el impacto que ha tenido en la hija de Olga, quien presenció la escena. La indignación se ha propagado entre las familias de las víctimas y la sociedad en general, que cuestionan la efectividad del sistema judicial y penitenciario colombiano.
Primer feminicidio
El caso de Tatiana Andrea Grueso Calderón, asesinada en Bogotá en 2015, también ha vuelto a la luz. Murillo, luego de cometer el crimen, dejó al hijo de Tatiana conviviendo con el cadáver durante varios días.
La sentencia dictada en aquel entonces fue de 18 años y tres meses de prisión, pero la posibilidad de un reducción de pena y la aplicación de medidas alternativas como el arresto domiciliario han generado controversia y descontento.
Gustavo Grueso, padre de Tatiana, no ocultó su indignación ante la liberación de Murillo. En una entrevista con CityTV expresó su sorpresa y frustración al saber que el responsable del asesinato de su hija estaba nuevamente en libertad.
La Ley 1761 de 2015, que tipifica el feminicidio como un delito autónomo con penas de hasta 60 años de prisión, no fue aplicada en el caso de Murillo, lo que ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre la protección de las mujeres y la efectividad de las sanciones a los agresores.