Un hombre de 51 años de nombre Marc Allencon, que tenía una pierna amputada, fue víctima de un trágico homicidio en el sur de Londres y el responsable actualmente se encuentra en juicio.

El ataque tuvo lugar cuando un ladrón, identificado como Errol Woodger, ingresó al hogar de Allen para robar las llaves de su automóvil, un Mercedes Benz proporcionado por un programa de movilidad del Reino Unido debido a su discapacidad.

A pesar de la resistencia de Allen, quien se colocó su prótesis para perseguir al ladrón, Woodger utilizó el vehículo como arma, arrollándolo en un intento de huida. No obstante, ignoró los gritos de Allen: “No te llevarás mi auto”, y utilizó el lujoso carro como arma para arrollar al hombre minusválido al manejar de reversa con la potencia ganada al acelerar.

“El vehículo luego salió marcha atrás rápidamente de su lugar de estacionamiento y se incorporó a la carretera”, indicó el fiscal Orchard citado por The Sun.

Los vecinos, alertados por los gritos y el ruido del motor, no pudieron intervenir a tiempo para salvar a Allen, de hecho, Linda Rumsey, una de las testigos, atestiguó el impacto devastador del incidente.

"Creo que fue el medio capó del coche lo que golpeó su cuerpo, subió al capó y al techo. Se deslizó por la parte trasera de la bota y su cabeza golpeó cuando golpeó el suelo, escuché su cabeza romperse, me envió un escalofrío a través del cuerpo”, indicó la vecina, quien se convirtió en una parte fundamental para el juicio que sigue en proceso.

El incidente, que ocurrió hace casi seis años, sigue resonando en los tribunales mientras se desarrolla el juicio contra el presunto asesino, Errol Woodger. Este crimen ha dejado una marca indeleble en la comunidad y el proceso judicial continúa revelando aspectos perturbadores del asesinato.

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