La policía italiana busca la cabeza de Mahmud Abdalá, un joven peluquero egipcio de 18 años que fue brutalmente asesinado y descuartizado por dos compatriotas suyos que eran sus jefes en una barbería de Génova, en el noroeste de Italia. El motivo del crimen fue que Abdalá quería renunciar a su trabajo y buscar mejores condiciones laborales, lo que provocó el temor y la ira de sus empleadores, que no querían perder a sus clientes.

El hecho ocurrió en la madrugada del pasado lunes 31 de julio, cuando los hermanos Mohamed y Ali Abdelghani, de 26 y 27 años, respectivamente, atacaron con un cuchillo a Abdalá en el apartamento que compartían. Luego,  desmembraron al joven y arrojaron sus restos al mar en una maleta.

La policía italiana logró detener a los dos sospechosos gracias al cruce de datos telefónicos y al análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad, que les mostraron cargando la maleta. Uno de ellos confesó el crimen y dio indicaciones para localizar las partes del cuerpo de la víctima.

Los Carabineros del Núcleo Submarino del Comando de Génova trabajan en la zona de los acantilados de Chiavari, donde ya se encontraron las manos de Abdalá. Sin embargo, aún no se ha hallado su cabeza, que es indispensable para poder enterrarlo según la ley musulmana.

Según la reconstrucción policial, el joven quería cambiar de trabajo porque sus jefes le pagaban poco y en negro

Por eso, acudió a otra peluquería de Génova, donde hizo una prueba y demostró su talento. El dueño del nuevo local colgó unos videos en Instagram en los que se veía al chico trabajando y recibió una llamada amenazante de los hermanos Abdelghani, que le advirtieron que no le contratara.

El asesinato ha conmocionado a la comunidad musulmana local, que ha rezado por el alma de Abdalá y ha pedido justicia. El imam Husein Salah dijo que el crimen fue “terrible” y “por algo tan trivial” como el cambio de trabajo. El hermano del fallecido, que trabaja en Milán, fue el encargado de darle la noticia a su madre en Egipto.

Los dos detenidos están acusados de homicidio voluntario agravado por fútiles motivos y destrucción de cadáver. La fiscal del caso los considera “altamente peligrosos” y capaces de destruir pruebas. Se espera que sean juzgados pronto por este brutal crimen.

El caso ha generado una gran indignación en Italia y ha reavivado el debate sobre la situación de los inmigrantes en el país. Según datos oficiales, hay más de 5 millones de extranjeros residentes en Italia, lo que representa el 8.7% de la población total. De ellos, más de 300 mil son egipcios, que se dedican principalmente al comercio y a los servicios.

El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha aprovechado el caso para reiterar su postura contra la inmigración ilegal y ha anunciado que endurecerá las medidas para expulsar a los extranjeros que cometan delitos. Por su parte, el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, ha expresado su condena al crimen y ha ofrecido su apoyo a la familia de Abdalá.

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