Sarah de Castro, una pequeña de solo ocho años con el sueño de convertirse en médica, falleció trágicamente en la ciudad de Ceilândia, Brasil, tras intentar un peligroso reto viral que circulaba en la aplicación Kwai, similar a TikTok. El caso generó conmoción y encendido el debate en redes sociales y medios sobre la responsabilidad de las plataformas digitales y las marcas frente a contenidos potencialmente letales.

El reto en cuestión consistía en inhalar vapores de desodorante en aerosol, una práctica extremadamente peligrosa que, en el caso de Sarah, provocó un paro cardíaco fulminante. De acuerdo con los primeros reportes, el incidente ocurrió el pasado jueves mientras la menor se encontraba al cuidado de su abuelo.

Sarah utilizó una lata del desodorante en aerosol de marca Old Spice y, tras inhalar los vapores, ocultó el envase debajo del cojín del sofá antes de perder el conocimiento. Fue trasladada de urgencia al Hospital Regional de Ceilândia, donde los médicos lograron reanimarla una hora después del colapso, pero su estado no mejoró y lamentablemente fue declarada muerta el domingo.

El caso ha sido formalmente denunciado ante la Policía Civil del Distrito Federal, la cual ya inició una investigación para dar con los responsables de la publicación del reto en la plataforma Kwai.

“El informe de la autopsia será clave para determinar la causa exacta de la muerte”, indicó Walber Lima, jefe policial a cargo del caso. Según informaron las autoridades, si se identifica al creador o promotor del reto, este podría enfrentar cargos por homicidio doblemente calificado, debido a que el acto involucró un “peligro común” y a una víctima menor de 14 años, lo que podría significar hasta 30 años de prisión.

La tragedia dejó a toda una familia devastada. La tía de Sarah, Kelly Luane, confirmó que la menor vio el video del reto en Kwai, aunque también se especula que pudo haberlo encontrado en TikTok, dado que estos contenidos suelen circular de forma cruzada entre plataformas.

Por su parte, Cássio Maurilio, el padre de la niña, maniferstó públicamente su intención de demandar tanto a la empresa detrás de Kwai como a la marca Old Spice, responsabilizándolas por no haber prevenido la exposición al peligro.

También cuestionó la falta de filtros efectivos en las plataformas de video para detectar y bloquear contenidos nocivos dirigidos a menores, exigiendo mayor responsabilidad y control por parte de estas compañías.

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