En Greensboro, Carolina del Norte, justo un día antes de Nochebuena, autoridades reportaron un tiroteo en una tienda de comestibles. En el lugar un policía perdió la vida tratando de neutralizar al responsable del ataque.

Según informes de la policía local, la víctima fue identificada como Michael Horan, un servidor público que perdió la vida en el cumplimiento de su deber. El sospechoso del tiroteo ya se encuentra bajo custodia, aunque aún se desconocen las posibles motivaciones detrás de este incidente.

La cadena de tiendas Food Lion, propietaria del establecimiento donde ocurrió el tiroteo, emitió un comunicado expresando su tristeza por lo ocurrido. «Como se trata de una investigación en curso, estamos dirigiendo todas las preguntas a las autoridades locales. Food Lion está cooperando plenamente con las autoridades y la tienda permanecerá cerrada mientras continúa la investigación policial», señaló la cadena en su comunicado oficial.

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, también se pronunció sobre el tiroteo a través de sus redes sociales, manifestando su solidaridad con la familia del oficial fallecido y asegurando que ha enviado refuerzos estatales para colaborar en la investigación.

La presencia policial en el lugar del tiroteo fue masiva, con un operativo desplegado para garantizar la seguridad de la comunidad. Vecinos y testigos se mostraron consternados por lo sucedido, y muchos expresaron su preocupación por la ola de violencia que ha sacudido la ciudad en las últimas semanas.

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