Hay historias reales que superan ampliamente a la ficción. La de la familia Barnett es una de esas porque, sencillamente, es increíble.

Y es que recientemente se dio a conocer que las autoridades de Indiana, Estados Unidos, acusaron a Michael Barnett y Kristine Elizabeth Barnett, de abandonar a su hija adoptiva de sólo 11 años de edad, para mudarse a Canadá, además de que no la apoyaron económicamente y se deslindaron de su responsabilidad.

Sin embargo, esto no es lo increíble, pues ante esto los padres señalaron que la «niña» en realidad contaba con 22 años de edad y amenazó con matarlos en varias ocasiones.

De acuerdo con medios locales estos adoptaron a la “pequeña” en 2010.

Datos del diario Washington Post revelaron que cuando la policía se percató de la situación (en 2014) la «menor» les contó que hacía más de un año que no había tenido contacto con sus padres adoptivos, quienes antes de irse le habían cambiado su edad oficial de 11 a 22 años de edad.

Según la investigación, cuando la adoptaron no se imaginaron que la pequeña padecía una displasia espondiloepifisaria congénita que había dado lugar a un enanismo.

En declaraciones dadas a varios medios, Kristine Elizabeth describe a la «pequeña» como una sociópata. Incluso mostró una carta escrita por un médico que la describe como «una adulta con signos de edad evidentes en dientes, cabello y desarrollo sexual».

“Le estaba dando el baño y me di cuenta de que tenía vello púbico. Me quedé en shock. Me habían dicho que tenía seis años y era muy evidente que no tenía esa edad”, relató la madre adoptiva.

En su perfil de Facebook la madre adoptiva compartió un post en el que asegura «sentirse enferma» por los cargos que pesan en su contra por negligencia.

Años atrás los padres adoptivos llevaron a la niña con un especialista, ahí confesó que no tenía nueve años sino 18. Durante una consulta en el Hospital «Laure Carter» admitió que deseaba matar a sus padres y que no se sentiría mal porque le parecía divertido.

«Los medios me están pintando como un abusadora de niños, pero aquí no hay niños […] Natalia era una mujer. Ella tenía períodos. Ella tenía dientes adultos. Nunca creció ni una pulgada. Todos los doctores confirmaron que padecía enfermedades psicológicas graves que sólo se diagnostican en adultos”, explicó Kristine Elizabeth.

La corte Superior del condado de Marion determinó que Natalia nació en 1989 y que había mentido para ser adoptada, además era originaria de Ucrania donde alteraron su acta de nacimiento para favorecerla.

Aún así, la pareja fue acusada por abandono infantil y lograron la libertad bajo fianza luego de pagar cinco mil dólares, sin embargo, el caso continúa y tendrán que presentarse en la corte para la primer audiencia.