Su nombre es Freddy y el pasado mes de setiembre fue registrado en el libro Guinness de los Récords como el perro más grande del mundo. Actualmente, este Gran Danés tiene 4 años, pesa 89 kilos y mide 2 metros y 28 centímetros.

Freddy también es un perro con una gran suerte. Vive con su hermana Fleur, otro perro de la misma raza, y con su propietaria Claire Stoneman, que dedica gran parte del tiempo a cuidar de ambos.

La señora Stoneman dice que los dos perros son sus prioridades en la vida. No está casada ni tiene hijos pero tiene a dos grandes compañeros con los que comparte el día a día, aunque no siempre resulta fácil.

Stoneman cuenta que tiene que salir a pasear con Freddy a primera hora de la mañana, cuando apenas hay gente por la calle, pues no es capaz de controlar la fuerza de su mascota cuando quiere acercarse a jugar con otros perros.

Otro inconveniente es el mobiliario de la casa, Claire ha tenido que cambiar su sofá más de 20 veces porque el gigante perro lo muerde.

Por lo demás, Freddy y Fleur son tranquilos y llevan el mismo tipo de vida que tendría cualquier otro perro. La única diferencia inevitable es el gasto que supone en comida para mantener a sus peludos sanos y fuertes.

El precio asciende a unos 100 euros semanales por perro, algo así como dos mil pesos mexicanos, repartidos entre snacks y latas de comida húmeda.

De vez en cuando también le gusta darle algún capricho como pollo asado (Freddy llega a comerse uno entero) o tostadas con mantequilla de cacahuete, dos de sus platos favoritos.

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